MINNEAPOLIS, MN
Recientemente atendí un almuerzo en donde la oradora dijo, “No hay tal cosa como balance de vida y trabajo, solo hay vida.” Esa declaración me hizo parar y pensar en el concepto de balancear el trabajo y el resto de nuestras vidas. Casi toda la gente que conozco están buscando el balance perfecto en sus vidas—aun mujeres amas de casa que deciden dejar su carrera para dedicarse a criar a sus hijos parecen estar abrumadas. Imagínate las mujeres que, además de tener las responsabilidades del hogar, también tienen que trabajar fuera de la casa para contribuir al ingreso familiar.
Hace años, la mayoría de artículos publicados o oradores que hablaban acerca del tema de balancear el trabajo con la vida familiar, se referían solo a la palabra “balance.” Otros comentarios decían, “Es imposible trabajar 50% del tiempo y pasarte el otro 50% del tiempo viviendo tu vida.” Y eso es verdad. Matemáticamente hablando, la ecuación no funciona así. Hubo muchas opiniones acerca de este tema, unos apoyando el concepto y otros negándolo completamente. Después empecé a escuchar conferencistas y a leer artículos acerca del concepto de un “malabarista,” describiendo a la mayoría de la gente, mujeres sobretodo, como jugando de malabaristas con pelotas en el aire tratando desesperadamente de que no se les caiga ninguna. Pero lo que nunca oí decir fue que para que un malabarista poder hacer esa función, estar al 100% en balance, si no, se le caen todas las pelotas del aire o por lo menos una. Entonces ese concepto de malabarista tampoco nunca me hizo sentido a mí.
Más tarde a través de los años, el concepto de “integrar” tu trabajo en tu vida familiar, y viceversa, salió a relucir y parecía tener más sentido que los otros dos conceptos que explique anteriormente. Hacía más sentido porque te permitía la idea de tener tiempo para hacer todo lo que necesitabas hacer cuando quisieras o pudieras durante la semana. Sin embargo, esto era un ideal nada más porque, como puedes predecir, el trabajo se convirtió en lo más importante y empezó a ocupar todo tu tiempo. El trabajo literalmente se “integro” en tu vida personal—todo el tiempo, cada momento de tu vida, estabas contestando y escribiendo emails, contestando el teléfono, y resolviendo situaciones urgentes del trabajo. Lo que la gente se olvido cuando este concepto fue introducido, es que el trabajo nunca se acaba y tiene la habilidad de infiltrar tu vida entera si uno lo permite. Este concepto no tiene barreras. Por ejemplo, creíste que porque habías tomado una tarde para llevar a tu niño al doctor, podrías entonces (o deberías, sintiéndote culpable) trabajar la noche entera, sin pasarte ese tiempo con tu familia. El problema es, que cuando pasa de la otra forma, cuando trabajamos toda una noche, nunca recuperamos el tiempo con nuestra familia.
Entonces, cuando escuche el comentario de que no hay balance entre trabajo y vida familiar, sólo hay vida, me pregunte a mí misma, “de balancear, a malabarismo, a integrar… ¿cuál es entonces?
Concluí que la vida es todos esos conceptos juntos. Algunas veces tienes que ser como un malabarista para hacer todo lo que tienes que hacer y lo logras. Te sientes exitosa y balanceada en ese momento. Y aunque no pasa todos los días, hay veces que si lo podemos lograr. Otras veces, necesitas integrar tu trabajo en tu vida familiar más que otras veces dependiendo en el volumen de trabajo y también cuantas actividades tienes en el hogar durante esos días.
La clave es saber que obtener balance en nuestras vidas es posible pero se toma mucha disciplina, sacrificios diarios, y tomar decisiones todos los días. También necesitas estar bien clara de que significa tener balance para ti, personalmente. Tienes que tomar en consideración todas las responsabilidades que tienes en tu vida actualmente, incluyendo to capacidad de manejar varias situaciones y el nivel de trabajo que puedes cargar—en el hogar y en el trabajo.
Aquí están diez claves, consejos, que yo he hecho en mi lucha para obtener balance en mi vida:
- Hay que tomar la decisión de ser una persona balanceada de por vida
- Al mismo tiempo, hay que decidir obtener balance diario
- Vas a tener que hacer sacrificios para obtener balance en la vida
- La comunicación es crítica para mantener una vida balanceada
- Rodéate de gente que te quieren y gente que quieres
- Tienes que saber cuáles son tus limites
- Establece barreras (aprende a decir “no”)
- No te compares con otras personas
- Adquiere balance en toda tu persona—física, emocional, y espiritual
- Elige tus prioridades en tu vida
Como mujeres trabajadoras Latinas, necesitamos dar un ejemplo a la generación que viene de que es posible obtener por los menos un poco de balance en nuestras vidas y al mismo tiempo cuidarnos.
Te animo a que examines tu vida y elijas cosas de las que puedes deshacerte, decide qué actividades tienes que empezar a hacer que no haces ahora (i.e. hacer ejercicios, comer bien), y examina con profundidad tus preferencias y metas cortas y de largo tiempo.
Solo tú puedes juzgar tu propia situación de balance en tu vida pero no dejes de luchar por obtenerlo.