MINNEAPOLIS, MN
Demandan a la ciudad de Minneapolis padres de estudiantes que murió congelado
Familiares del estudiante de la Universidad de Minnesota que murió congelado en el 2013, están demandando a las unidades de emergencia que le dieron los primeros auxilios al joven.
Jacob Anderson de 19 años fue encontrado congelado debajo del puente de la Avenida 10, boca abajo, desplomado sobre un riel metálico cerca del río Mississippi el 15 de diciembre. El cuerpo de Anderson, quien todavía llevaba el gorro de Santa con el que dejó la fiesta de suéteres feos alrededor de las 11:15 de la noche, fue encontrado por un fotógrafo que tomaba fotos del amanecer seis o 7 horas después.
La familia ha decidido demandar a la ciudad de Minneapolis y al Centro Médico del Condado de Hennepin por un mínimo de 75 mil dólares por demandante, ya que creen que su hijo murió por negligencia de los paramédicos.
En la demanda, la familia alega que las unidades que respondieron a la emergencia hicieron “absolutamente nada para valorarlo o tratarlo,” que a Jacob lo dejaron en el frío, que nunca lo vio un médico, ni lo llevaron a un hospital. En lugar de eso, pusieron su cuerpo en una bolsa y lo llevaron a la morgue del condado.
Según el manual para atender a un paciente con hipotermia, si una persona no tiene pulso, los paramédicos deben de darle Resucitación Cardiopulmonar (CPR, por sus siglas en inglés) y ponerle un desfibrilador. El manual también dice, que no se puede determinar la condición de un paciente hasta que el cuerpo del paciente haya sido calentado por completo.
La familia esta basando en su caso en el de otras dos victimas quienes fueron encontradas, también congeladas y que gracias a los primeros auxilios que se les brindaron sobrevivieron. Uno de los ejemplos es el de Alyssa Jo Lommel, quien fue encontrada congelada una semana antes que Jacob en Duluth.
El otro, es el de Jean Hilliard, quien fue encontrada congelada y la resucitaron, esto ocurrió en 1980. En ambos casos, las personas estuvieron expuestas a temperaturas bajo cero por más de 12 horas y aunque no tenían pulso cuando fueron encontradas pudieron ser resucitadas.
A la familia también se le negó el acceso al teléfono del joven, tenían la esperanza de que el móvil pudiera proporcionarles información sobre como fue a parar junto al río y lo que ocurrió en sus momentos finales.
Sobre la demanda, la abogada de la ciudad de Minneapolis Susan Segal dijo: “La muerte de Jake Anderson es trágica. Sin embargo, los paramédicos en la ciudad, incluyendo los departamentos de bomberos y policía, no son responsables de su muerte. Solo podemos imaginarnos el duelo por el que están pasando los familiares y amigos de Anderson.”
