SAINT JAMES, MN. | 01/27/2014
Alejandro Cruz Blanco ha ganado dos grandes batallas en su vida: la primera una enfermedad renal que terminó en un trasplante de riñón donado por su padre, y la segunda, ganar un juicio federal de inmigración para evitar ser deportado a México.
En un comunicado oficial por parte de Inmigrant Law Center of Minnesota, se informó que la trabajadora Kathy Klos ayudó a detener la deportación de sus dos clientes, Simón Cruz Pérez y su hijo de 24 años Alejandro, quienes fueron notificados por los funcionarios de inmigración que debían salir de los Estados Unidos antes del 15 de enero.
Hace cuatro años, Alejandro necesitaba un trasplante de riñón y su padre Simón le donó uno. Ambos desde entonces se encuentran en buen estado de salud; sin embargo, el joven de 24 años toma medicamentos contra el rechazo del trasplante de órgano todos los días.
Situación que apremia su deportación, pues en una entrevista realizada -antes de que él se enterara de que podría permanecer en los Estados Unidos-, Cruz Blanco dijo que dudaba de que pudiera recibir la atención médica adecuada en México.
Su médico, la doctora Tina Melanson expresó que el enviar a Blanco de vuelta a México significaba una muerte segura. Ya que la especialista contactó a funcionarios médicos en el área alrededor de Veracruz, México (lugar de origen de los inmigrantes), e informó que los salarios que prevalecen en la región no proporcionarían el dinero suficiente para pagar por los medicamentos contra el rechazo renal, pues ya que el olvidar tomar una dosis, permitirá al cuerpo reconocer que el riñón es ajeno y, una vez que se inicia ese rechazo es muy difícil tenerlo bajo control.
Además de la asesoría legal, los inmigrantes también contaron con el apoyo de la Senadora Amy Klobuchar, quien manifestó que en 2011 Immigrations and Customs Enforcement específica que los agentes de inmigración deben tomar en cuenta la historia médica y algún tipo de enfermedad grave como razón suficiente para que la deportación de una persona pueda ser diferida.
El 3 de febrero, recibieron la noticia que confirma su permanencia en el país, lo cual resultó un alivio para los inmigrantes mexicanos. “Me siento de maravilla. Muy feliz, siento como que puedo respirar.” dijo Alejandro Cruz Blanco.
El anuncio de la estancia significa que Cruz Blanco y su padre pueden permanecer al menos un año más en Minnesota. Sin embargo, tienen la esperanza de que finalmente se les permita permanecer en forma indefinida dentro del país.
