MINNEAPOLIS, MN
Pocas ocasiones se tiene la oportunidad de gozar de dos excelentes ejercicios teatrales que se presentan simultáneamente en el área de las Ciudades Gemelas. En el Mixed Blood Teather, Corazón Eterno, basada en El Amor en los Tiempos del Cólera, de Gabriel García Márquez, emerge en el corazón migrante de Minneapolis, en donde, como en raras ocasiones, el español convive con el inglés para narrarnos una intensa, veloz, pero eterna, historia de amor. Con un estilo narrativo fluido, sin cortapisas, y sin remordimientos para llevarnos de la mano de Julia y Julio, a través de una historia común, pero sin duda viva, sobre todo entre nosotros, como quienes hemos perdido nuestro amor, temporalmente, al migrar a Estados Unidos. Si aun no la has visto, no pierdas la oportunidad, pues la puesta termina el 28 de febrero.
A la par, el teatro La Jungla (The Jungle Teather), ofrece a partir de ayer, y hasta el 12 de marzo, lleva a escenario a un grupo sumamente talentoso de actores, casi todos latinos (excepto Rich Remedios, quien sin embargo desarrolla sus papeles de Eliades y Palomo de forma sumamente convincente ), para ofrecernos una puesta en escena excepcional. Anna en los Trópicos.
Si bien la puesta es enteramente en inglés, originalmente escrita por Nilo Cruz, autor cubano-americano, quien ha sido merecedor del Premio Pulitzer en el 2003 en la categoría de drama, debido a esta misma obra. Cruz llegó a los Estados Unidos en 1970, con su familia, para instalarse en La Pequeña Habana, cuando contaba con 10 años de edad. Y con él, pareciera haber traído la historia de la Cuba que había dejado, como lo muestran sus personajes en la obra. Cruz obtuvo su grado de Maestro en Artes Finas por la Universidad Brown, en 1994.
Habiéndose presentado en diversos y muy famosos escenarios, Anna en la Jungla llega a Minneapolis en un ejercicio vistoso, emotivo e informativo, con un grupo de actores de alta talla. Nora Montañez, quien suma ya una larga trayectoria actoral, destacando el teatro Guthrie, el Mixed Blood y el Teatro de los Niños, además de haber trabajado en Chicago, nos presenta a una Conchita soberbia, profunda y dando cohesión a la historia, a la transpolación de una Anna Karenina, a la Florida. De Leon Tolstoi a Nilo Cruz, y de una historia de amor en la Rusia gélida, a la misma en el ardiente trópico del Golfo de México.
Una compañía cigarrera, que sigue modelos de producción tradicionales de Cuba, incluido el ser un negocio familiar, y que se desarrolla con la importante presencia del Lector, Juan Julián (en la persona del excelente actor Juan Rivera Lebrón) quien tiene la labor de ofrecer una lectura amena a quienes producen los cigarros. Y el actor puertorriqueño lo lleva a cabo con la calidad y prestancia de quien ha participado en múltiples roles en el complicado mundo de Shakespeare. Y con esa intensidad, atrapa a quienes le escuchan, y les envuelve en la historia de Anna, la Karenina que se traslada entonces a los trópicos.
La maravillosa Adlyn Carreras (llevando en sus hombros la interpretación de Ofelia, la madre de Conchita y Marela), nos afirma en la transición cultural, emotiva y emocional, de esta familia de cubanos que busca preservar las tradiciones, incluso ante el embate de la modernidad y la automatización de la producción de cigarrillos y cigarros. Ofelia se presenta poderosa, como esa figura materna que entre Latinos es integradora, justificadora y protectora a la vez que amorosa. Una figura a la que acuden tanto Conchita como Marela, así como Santiago, el padre de la familia, en la figura de Al Clemente Saks, y que nos ilustra sobre la complejidad de ser, de querer ser y de poder ser. Especialmente en un mundo, y en un momento histórico, en el que la sociedad estadounidense vive cambios acelerados, que afectan al mundo entero. Clemente se planta ahí, primero débil ante la tentación de las apuestas, luego firme, como el pilar que esa familia necesita.
El papel de Marela, prístinamente presentado por Cristina Florencia Castro, nos ofrece el nivel de comedia y de drama que, acaso leyendo cuidadosamente a Tolstoi podríamos sentir. Pero, después de todo Anna Karenina es un drama, de 1877, que se traslada a la Florida de 1929, con un grupo de inmigrantes cubanos, que viven dicho drama como se puede vivir si se es cubano: con pasión y entrega totales.
Entregas a torales también influenciadas por esa flema tropical, como la de Cheche, interpretado por el actor argentino Dario Tangelson, Juan Julian, Eliades, los tres personajes masculinos que se ven, directa o indirectamente, envueltos en el intríngulis pasional con Marela y Conchita. Todos ellos y ellas vistiendo los diseños de Sarah Bahr, en un escenario que auxilia a la audiencia a transportarse a esa Cuba de finales de los 20s que se transporta en la tabacalera a Florida.
Una delicia ver a un grupo de actrices y actores que representan en forma brillante la obra de Nilo Cruz. Una joya teatral en el corazón de Uptown, en el corazón del trópico en Minnesota, el Jungle Teather. Para no perdérsela.
ANNA IN THE TROPICS por Nilo Cruz
Directed by Larissa Kokernot, February 11-March 12, 2017, The Jungle Theater, 2951 Lyndale Ave. S., Minneapolis