SAINT PAUL, MN
Y el efecto se ve más claramente entre las comunidades de color, que aportan un porcentaje mínimo entre la planta de profesores de educación elemental en el estado. Y, es aparente que con la propuesta presupuestaria del gobierno federal, la situación será crítica en muy corto plazo. El problema se resalta ante la evidencia del crecimiento de estudiantes de color que se inscriben en escuelas públicas, quienes en muy raras ocasiones llevan a ver profesores con sus mismas características raciales o étnicas y culturales.
Ante esta situación, diversos distritos escolares en el estado han propuesto el desarrollo de una fuerza laboral que logre convertirse en parte de la solución ante la falta de profesores de color. Una necesidad ante la evidencia de que hoy, 95 por ciento de los profesores en activo son blancos, en tanto que 70 por ciento de los estudiantes son provenientes de comunidades de color.
Según se reportó recientemente en un diario local, la diversidad entre los estudiantes en los distritos escolares del estado, se incrementa en 1 por ciento anualmente. Algunos analistas sostienen que el contratar a un mayor número de profesionales de la educación, que sean provenientes de comunidades diversas, podría incidir positivamente en cambiar la tendencia aun observada de que los estudiantes de color continúan presentado una brecha al compararse su rendimiento escolar con el de sus compañeros blancos.
Incluso, el gobernador Mark Dayton incluyó en su propuesta de presupuesto, la asignación de 25 millones de dólares para la contratación de profesores de color, así como en áreas que requieren educación especial.
La propuesta indica que el dinero puede ser asignado como forma de financiamiento, o bien como perdón de deudas educativas.
Sin embargo, el problema es más complejo de lo que se piensa, al no haberse creado aún una fuerza laboral que cumpla con los requerimientos que se establecen, dado el mismo rezago educativo, que no favorece la estimulación a que estudiantes de color se inscriban en programas docentes para la adquisición de credenciales y convertirse así en profesores de educación elemental o media.
Incluso, las fluctuaciones en el presupuesto asignado a la educación ha llevado, en múltiples ocasiones, al despido de profesores, la mayoría de ellos sin antigüedad suficiente para garantizar su retorno, o bien en desventaja al competir ante colegas blancos.
En el estado, se cuentan 58,211 maestros en el sistema de educación pública. De ellos, 900 son asiáticos, 600 negros, 500 latinos, y tan sólo 250 nativo americanos. Números insignificantes y que poco o nada ayudan en el trabajo con estudiantes de grupos diversos. Así se muestra a través de diversos ejemplos, en los que el incremento en el número de estudiantes de color, no puede ser efectivamente atendido, aun cuando se llevan a cabo sesiones de entrenamiento en sensibilidad cultural, o se trabaja con representantes comunitarios como enlace con los estudiantes y sus familias.
Por otro lado, maestros y profesores en el sistema público de educación tienden a retirarse, agudizando la necesidad de contar con maestros que puedan reemplazarles. Aun cuando los programas de formación de maestros se mantiene activo, no genera suficientes egresados, y aun menos entre las comunidades diversas.
Así, la crisis educativa que tanto lastima al estado, y que prevalece pese a múltiples esfuerzos a lo largo de los años, podría acrecentarse, generando graves disparidades en el plano educativo, que afectarán profundamente a la vida cotidiana del estado.
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