MINNEAPOLIS, MN
Estados Unidos lanzó ayer sobre Afganistán, la mayor bomba no-nuclear conocida como la “madre de todas las bombas” con la finalidad de destruir un complejo de túneles del Estado Islámico.
La zona atacada es el paso que conecta por tierra Kabul con Peshawar (Pakistán) y alberga la famosa zona montañosa de Tora Bora, que fue en donde se escondió Osama Bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
El ataque sobrevino unos días después de que un Boina Verde fuera muerto cuando combatía ISIS en esa región, de acuerdo a un oficial de Defensa de los Estados Unidos.
La bomba GBU-43, es un proyectil convencional de 21 mil libras y mata con una fuerte onda de presión aérea, fue lanzado sobre un complejo de túneles de ISIS en la Provincia de Nangarhar las 19:32, hora de Afganistán.
La “Madre de todas las bombas” o MOAB fue probada por primera en el 2003, pero nunca antes había sido usada en combate. La bomba es tan masiva que tuvo que ser lanzada de la parte trasera de un avión Hércules MC-130, liberando un poder de destrucción equivalente a 11 toneladas de TNT.
El tamaño del proyectil es tan grande, que los misiles crucero Tomahawk que se lanzaron a la base militar Siria la semana pasada, pesaban mil libras cada uno.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer dijo que el objetivo del bombardeo era acabar con un “sistema de túneles y cuevas” del Estado Islámico, los cuales “les permitían moverse con libertad y atacar con más facilidad a los asesores militares estadounidenses y las fuerzas afganas”.
En un comunicado enviado de la base militar estacionada en Kabul, el comandante John W. Nicholson dijo que “esa era la cantidad correcta de municiones para reducir esos obstáculos y mantener el momento de nuestra defensiva contra ISIS”. En una de las ofensivas, el pasado 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en un combate cuerpo a cuerpo con los yihadistas.
Nicholson aclaró que las fuerzas estadounidenses tomaron “las precauciones necesarias para evitar muertes de civiles” y que las fuerzas continuarán la ofensiva hasta que ISIS sea destruido en Afganistán”.
El gobierno de ese país confirmó el ataque y afirmó que no hubo victimas civiles que lamentar, según las primeras estimaciones en Kabul.