SAINT PAUL, MN
A lo largo de los últimos días la presidencia de los Estados Unidos se ha visto envuelta en una serie de eventos en los cuales se han planteado serias críticas a la continuidad de la misma. Constantes han sido las declaraciones que demandan incluso investigaciones a fondo sobre la capacidad presidencial para dirigir al país. En otros casos, voces que demandan que se establezcan acusaciones formales en contra del presidente han sido ampliamente difundidas.
Y, a lo largo de este tiempo, se ha señalado una ausencia importante: la del vicepresidente del país, Mike Pence. Durante las últimas horas de la crisis que hoy se vive en Washington, el segundo hombre más poderoso del país se ha vuelto virtualmente invisible.
Fue el pasado martes cuando el vicepresidente ha sido visto al participar en una reunión de trabajo, con el presidente turco Erdogan. Se trató de una foto que fue publicada vía Twitter, y que fue borrada horas después de su publicación. En la nota de la foto, el mismo vicepresidente se decía orgullos de discutir junto al presidente asuntos relacionados con la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El miércoles, Pence desapareció de escena, sin que se le viera en ningún momento a lo largo del día. Su cuerpo de colaboradores sostuvo que el vicepresidente se encontraba trabajando en una serie de discursos, lo cual parecía ser sumamente lógico, habida cuenta que el nombre del político se encentra en el programa de la ceremonia de graduación de la Universidad de Notre Dame el próximo domingo. Y sin embargo, ese mismo miércoles, Pence habría de participar en un evento para honrar a ciudadanos de origen Asiático y del Pacífico.
Para el día de hoy, jueves 18 de mayo, Pence participó en un evento en la Cámara de Comercio al mediodía, y tenía programado el ofrecer otro discurso en la conferencia de Asociados Laffer en Washington DC, antes de participar en una reunión bilateral que sostendrían Trump y Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.
Sin embargo, la invisibilidad de Pence se manifiesta cuando ha expresado casi total silencio en relación a la divulgación de información clasificada por parte del presidente, en una reunión en la oficina Oval de la Casa Blanca con dos altos oficiales rusos, así como sobre el caso del despido del hoy ex director del FBI, James Comey, ni qué decir de la petición hecha al mismo Comey de abandonar cualquier investigación que ligara al asesor presidencial, Michael Flynn con Rusia.
Para los medios de comunicación, Pence continúa siendo un soldado leal a la presidencia, manteniéndose como un personaje “positivo” quien sin embargo luce últimamente extremadamente cansado, según se reporta dijo un asesor cercano al mismo vicepresidente. El mismo informante ha manifestado que pese a encontrarse agotado, Pence ha trabajado muy cerca de Trump, sobre todo en la preparación y desarrollo de la reunión bilateral entre Trump y Tayyip Erdogan.
Por lo pronto, el segundo comandante en jefe del país se mantiene al margen de la oleada de críticas a los avatares presidenciales, de forma aparentemente conveniente, con lo que se mantiene fuera del fuego que se ha desatado en la Casa Blanca.
Su equipo muestra confianza en que no habrá nada que ocultar y que si se llevara a cabo una investigación especial del caso, Mike Pence no se verá afectado de las consecuencias que pueda tener el escándalo presidencial.
