SAINT PAUL, MN
Acusado de haber cometido homicidio involuntario, el oficial de St. Anthony, Minnesota, Jerónimo Yáñez, en contra del ciudadano Philando Castile.
El juicio en su contra comenzó, una vez que se consumieron casi tres semanas en la selección de los miembros del jurado, el pasado lunes. En el transcurso del mismo se han presentado diversas evidencias sobre el caso, incluyendo el video obtenido de una cámara de seguridad al momento en que el incidente ocurría. Las imágenes, descritas en diversos medios, dan cuenta de una acción sumamente desalentadora, en la que el oficial Yáñez vacía prácticamente el carrusel de su arma sobre el cuerpo de Castile.
Sin embargo, a la evidencia presentada se han sumado los testimonios de expertos en el uso de la fuerza, sumando éstos cerca de 10, todos presentados como testigos por parte del cuerpo de abogados defensores de Yáñez. Algunos de ellos fueron expertos en el entrenamiento de los propios policías en tanto que otros fueron policías ellos mismos, quienes hablaban de su interpretación de la acción del oficial en juicio.
El jefe de policía de Saint Anthony, Jon Mangseth, presentó un testimonio en el que habló de Yáñez en forma profunda y directa, refiriéndose a él tanto como oficial, como a partir del conocimiento del oficial como individuo, como civil.
Yanez in tears: “It was not my intention” to kill Castile.
— E Linares (@WCCOEL) June 9, 2017
Mangseth respondió también a un cuestionamiento específico, que la situación era complicada, cuando que si se trata de una persona que ha puesto su mano en un arma, y se rehusara a seguir los comandos del oficial, sería de esperar que se tomara alguna acción.
Otra evidencia presentada fue el video del asalto armado que habría ocurrido poco antes del incidente de Castile, en una tienda Super USA, cercana al sitio en el que Castile perdiera la vida. Los oficiales que habrían detenido a Castile, respondían a la descripción del asaltante, que a primera vista pudo haber tenido semejanzas a Castile. Sin embargo, al final de la discusión en torno a esta evidencia, ambas partes coincidieron en que Castile no era el asaltante de la tienda.
La defensa de Yáñez llamó al estrado al experto en violencia, Joe Dutton, quien presento un testimonio que contradecía el presentado por los fiscales acusadores, indicando que Yáñez habría disparado en forma justificada, especialmente debido a que el cree que Yáñez habría visto el arma de fuego de Castile, al momento en que éste hacía una forma de C en sus mano cuando se le había ordenado no tomar el arma.
En este punto, y luego de haberse compilado los testimonios y evidencias de ambos lados del juicio, para algunos se trata de un duelo de expertos en el uso de la fuerza policiaca; de un lado, para probar que Yáñez habría hecho uso de la misma en forma excesiva; para otros, que habría reaccionado como debería haberlo hecho, de la forma en que había sido entrenado.
En una simulación, por ejemplo, se reprodujo el movimiento que haría alguien que tuviese un arma en el bolsillo derecho, a fin de llegar a apuntar, y potencialmente disparar contra un policía.
Ello llevaría tres décimas de un segundo; la reacción de un policía ante este hecho lleva, en promedio, cinco décimas de segundo. Por ello, para la defensa, Yáñez habría actuado con la prontitud que un caso así requiere para mantener el control del caso y no poner en riesgo su propia vida. Para la parte acusadora, existen otros elementos a considerar, como el diálogo que se habría llevado a cabo, así como consideraciones sobre la severidad del delito perseguido en ese momento.
Al subir al estrado, el oficial Jerónimo Yáñez reconoció haber estado asustado de muerte al ver el movimiento de Castile; en ese momento, dijo el oficial, su familia vino a su mente, su esposa y su pequeña hija, pues pensó que su vida corría peligro. Negó haber pensado incluso en disparar sobre Castile, pero que las circunstancias lo orillaron.
Con repetidas interrupciones por el llanto, Yáñez declaró que había detenido el vehículo de Castile, al notar que éste respondía a la descripción del asaltante de la tienda, y que al acercarse al auto, sintió un fuerte olor a marihuana que salía de dentro del vehículo. Dijo también que le pidió a Castile que no intentara tomar su arma, pero que éste no prestó atención alguna a la petición, y con su mano en forma de C se dirigió al arma.
Por la tarde de este viernes, el caso ha sido puesto en pausa, y se espera que los argumentos finales se presenten este lunes.
