SHAKOPEE, MN
Uno de los eventos de mayor atracción en el estado de Minnesota, toma lugar en los terrenos del hipódromo del Canterbury Park. Sin llegar siquiera a intentar una comparación, para Minnesota Canterbury Park es lo que para Kentucky resulta el Derby.
Durante el verano y el otoño, en ambos sitios coinciden los criadores más importantes de caballos del país, para poder mostrar que se cuenta con la bestia más rápida en la pista.
Pero, es común que el jinete sea un hombre, o mujer pequeños, con carisma y capacidad de comunicación con el caballo. Y muchas ocasiones, coincide con que se trata de algún inmigrante, que ha probado su capacidad para jinetear y comunicarse apropiadamente con el cuadrúpedo.
Pero también se requiere de una enorme cuadrilla de trabajadores que regularmente se encargan de mantener al caballo en buenas condiciones. Lo alimentan y le cuidan. Le cepillan y limpian las huellas de sus pasos por las caballerizas.
Y sin embargo, esta temporada de carreras, ha sido sumamente notable la ausencia de trabajadores en los establos y caballerizas. Esos que, por lo regular contaban con visa de trabajo, hoy no han logrado obtenerla, debido a las políticas migratorias que el nuevo régimen ha impuesto.
El efecto de esta situación es notable, tanto por la ausencia de dichos trabajadores, como por la incapacidad que hoy enfrentan los dueños de caballos para poder traer el mismo número de animales, como lo habían planeado. En muchos casos, las caballerizas han decidido transportar la mitad de lo planeado, ante la caída en el número de trabajadores inmigrantes.
Los costos de tramitar dichas visas de trabajo han resultado en absoluta carencia de mano de obra, de tal forma que los dueños, los mismos que usualmente cubren dichos costos; los mismos que conocen a sus trabajadores y por ello buscan recontratarlos, han obtenido recurrentes negativas para la visa misma.
El problema se agudiza cuando que los ciudadanos de este país se rehúsan en mayor proporción a desarrollar los trabajos para los cuales los dueños contratan a inmigrantes. Se requiere de trabajar desde antes del amanecer, limpiando excrementos, y lidiando con caballos, que en ocasiones resultan temperamentales.
Desde que se impuso una nueva cuota de trabajadores inmigrantes, bajo la visa H-2B, representando una disminución significativa en la que operaba en el pasado, es sumamente difícil lograr contar con la garantía de depender del número de trabajadores que se requieren.
Por todo ello, hoy le industria equina en los Estados Unidos, parte de la Coalición de Fuerza Laboral H-2B, ha desarrollado intensa actividad para buscar cambiar las medidas vigentes. Se trata de una industria duramente afectada por las nuevas políticas migratorias de Donald Trump, y que evidencia la alta dependencia de fuerza laboral inmigrante, y de la falta de planeación en una administración que se está caracterizando por la improvisación antes que por resultados efectivos.
Ante dicha realidad, los contratantes de esos trabajadores se ven a sí mismos dedicándose a otro negocio, si es que pueden encontrarlo, ya que el actual está a punto de terminar ante las pocas oportunidades que ofrece este nuevo régimen con políticas anti-inmigrantes.