EDEN PRAIRIE, MN
Luego de seis meses, la familia de una joven que murió de manera misteriosa en un resort de Playa del Carmen, México, están tratando de entender cómo es que sus hijos fueron encontrados inconscientes en una piscina y por qué uno de ellos falleció.
Pocas horas después de haber llegado al resort, la familia originaria de Pewawkee, Wisconsin, se separó: los jóvenes se fueron a la piscina y los adultos a caminar a la playa.
Cuando pasó la hora en que habían quedado de reunirse para cenar y viendo que no aparecían en el hotel y no contestaban en su habitación, la pareja pidió ayuda al personal, quienes les informaron que habían sido encontrados en la piscina boca abajo e inconscientes y los habían trasladado a un centro médico de la Rivera Maya.
Cuando guardias del hotel y los salvavidas del lugar intentaron revivirlos, Abbey presentaba pulso débil y le salía espuma por la boca y la nariz.
Austin Conner de 22 años y hermano mayor de Abbey, fue encontrado boca abajo en la piscina y trasladado a un hospital, poco después fue declarado en condición estable. Pero su hermana, Abbey quien arrojaba espuma por la nariz y tenía la clavícula fracturada, ya no despertó.
Abbey de 20 años, fue trasladada a un hospital en Cancún y posteriormente al Browar Health Medical Center de Fort Lauderdale, FL., donde fue declarada con muerte cerebral. La familia decidió desconectarla del respirador que la mantenía con vida el pasado 12 de enero y finalmente falleció.
Lo único que recuerda Austin es que él y su hermana estuvieron tomando unos “shots” en el bar de la piscina con unos desconocidos y que luego se desvaneció y despertó tiempo después en la cama de un hospital.
Según las declaraciones recogidas por las autoridades mexicanas la última vez que los empleados del hotel vieron a Abbey fue alrededor de las 7:00 de la tarde y notaron que estaba completamente borracha. Sin embargo, el testimonio del hermano no ha sido de mucha utilidad para sus familiares o la policía, ya que no recuerda nada de lo que sucedió ese día.
La teoría que tiene el padre de los jóvenes, Bill Conner, es que “alguien debió ponerles algo en su trago.”
Aunque la familia llenó un reporte con la policía local, las autoridades se resistieron a comenzar una investigación, asegurando que se trataba de un accidente.
Cuando llegaron a Estados Unidos contrataron a un despacho de abogados para que le dieran seguimiento al caso, para descubrir que la policía en México había hecho una investigación parcial, entrevistando a solo tres trabajadores del hotel, sin indicar fechas de las entrevistas y en la investigación no se incluyen testimonios del bartender, los huéspedes o de la persona que supuestamente alertó a los salvavidas del acontecimiento.
El padre de los jóvenes, sintió que debía hacer algo en honor de su hija y decidió recorrer 2 mil 253 kilómetros en bicicleta y atravesar el país para visitar a Jack, el joven de 21 años, quien sobrevivió un ataque al corazón gracias a la donación del órgano de Abbey.
