MINNEAPOLIS, MN
Ya han pasado 10 años del hecho que sorprendió al mundo entero, cuando un puente de la interestatal 35W se derrumbó sin previo aviso en el río Mississippi, en el centro de Minneapolis durante la hora más transitada de la tarde.
Este trágico suceso cobró la vida de 13 personas y dejó 145 heridos, además fue un llamado de atención para todas las autoridades estadounidenses sobre el deterioro de la infraestructura de carreteras y puentes del país entero.
Investigadores federales dijeron que el pobre mantenimiento no era la causa principal (de la caída del puente). Ellos, dictaminaron que era un defecto de diseño, que fue construido en la década de 1960.
La Junta Nacional de Seguridad de Transporte dijo que las placas de ‘escudete’ (material de construcción en puentes) eran sólo la mitad de espesas de cómo deberían haber sido. Otro factor que contribuyó a su caída fueron las casi 300 toneladas de materiales de construcción almacenados en la cubierta por las renovaciones.
El puente de 35W había sido calificado como “estructuralmente deficiente”, un término que significa que necesitaba ser reparado o reemplazado, antes de que cayera. También era “crítico de fractura”, lo que significa puente en riesgo de colapso si falla un componente único y vital. Aunque ninguna de las categorías significa que hay una amenaza inmediata de seguridad, son banderas rojas como señal de alerta.
Después de este penoso incidente, la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles dice que el número de puentes estructuralmente deficientes a nivel nacional disminuyó de 12 por ciento en 2007 a 9 por ciento hoy. Minnesota mejoró de 8 por ciento a 6 por ciento, según el último informe del grupo sobre la infraestructura del país.
Las mejoras ocurrieron porque los estados aumentaron sus impuestos, dijo Andy Hermann, ex presidente de la sociedad y uno de sus expertos en puentes. Dijo que la financiación federal ha estado “bastante estancada”, pero unos 20 estados aumentaron los impuestos para aumentar su gasto en puentes.
Minnesota lanzó en 2008 un programa de mejoras de 2,500 millones de dólares por 10 años, que apuntaba a 172 puentes estructuralmente deficientes o críticos. Alrededor de 120 de ellos han sido reemplazados o reparados, o lo serán pronto. Otros 32 sólo necesitan mantenimiento rutinario.