MINNEAPOLIS, MN
A partir de este 20 de agosto, en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington, se desarrolla el Décimo Congreso Mundial de alternativas al uso de Animales en las Ciencias Vivas. Dentro de este marco, la organización humanitaria de protección a los animales, gente por el trato ético de los animales (PETA, por sus siglas en inglés), participa presentado diversas investigaciones, entre las que destaca un reporte sobre el uso de ratas y ratones en laboratorios de diversos centros de investigación en universidades dentro de los Estados Unidos.
En el póster presentado destaca que más de 100 millones de ratones y ratas son asesinados en los laboratorios de los Estados Unidos cada año. Pero no sólo eso, sino que dichos animales son abusados en pruebas toxicológicas, dentro de las cuales son envenenados a fin de que mueran lentamente, y así probar los efectos de dichos productos. Ello genera dolor entre los animales, introduciendo también terror, ansiedad, depresión y desolación entre los mismos sujetos de pruebas.
En el reporte presentado, se indica también que entre enero del 2015 y abril del 2017, se han documentado un total de 430 violaciones en torno a regulaciones específicas alrededor del uso de estos animales, ratas y ratones, dentro de laboratorios de experimentación.
Sorprendentemente, la Universidad de Minnesota lidera la lista de instituciones educativas y de investigación, suman do 60 las violaciones cometidas en dicho período.
En comunicado de prensa presentado hoy en el marco de la conferencia, indica que se han documentado incidentes en los que los animales han sido sujetos de procedimientos experimentales no aprobados, sumando estos 97 casos. En 74 de los eventos denunciados, los animales no recibieron medicamentos para aliviar el dolor en forma apropiada, y 56 incidentes se documentan en los que los animales en cuestión padecieron de deshidratación.
A la Universidad de Minnesota, con sus 60 casos, le siguen la Universidad de Pittsburgh (53 violaciones), la Universidad de Michigan (52), la Universidad de Yale (39), y la Universidad de Carolina del Norte, en donde se registraron 34 violaciones a los reglamentos en experimentación con animales.
Dentro del comunicado de prensa se destaca que los experimentos con animales representan miles de millones de dólares, que son asignados a las universidades, como apoyo a la investigación, y que provienen de los bolsillos de quienes pagan impuestos, de tal suerte que es inadmisible que se comentan dichas violaciones. Así se expresó la Dra. Frances Cheng, coautora del estudio, y profesora de la Universidad de Vanderbilt. Y sin embargo, indica la Dra. Cheng, la agencia de Institutos Nacionales de Ciencia (NIH por sus siglas en inglés), no imponen ningún castigo por ahogar, matar de hambre, sofocar, o negar alivio para el dolor y cuidado veterinario a los roedores.
Entre las violaciones que más destacan, en la Universidad de Minnesota, 75 ratas no recibieron alivio de dolor pos-operatorio. Asimismo, se extrajo muestras de sangre de la parte posterior de los ojos de los ratones, sin aliviarles del dolor. En muchos casos, investigadores de la UMN no cumplieron con las condiciones que establecieron las aprobaciones de sus experimentos por parte de comités de ética en investigación, o bien sometieron a ratas y ratones a procedimientos que no habían sido aprobados.
En otros casos, no se cumplió con monitorear a ratones que habrían sido infectados con algún virus o bien que habían sido sometidos a cirugías experimentales. Se reportó también que algunos de los animales fueron colocados en congeladores destinados para ratas y ratones muertos, sin que estos hubieran muerto aún.
El documento indica que en la Universidad de Pittsburgh algunos ratones fueron sometidos a dolor extremo al amputársele los dedos de sus patas sin anestesia. En Michigan, una rata que no había sido aniquilada apropiadamente, fue encontrada en un refrigerador, luego que habría masticado una bolsa de plástico, que fue precisamente lo que la mató. Casos terroríficos, y que PETA se ha encargado de monitorear. Cabe preguntarse qué ocurre en otros centros de investigación que igualmente experimentan con animales.