MINNEAPOLIS, MN
En menos de 24 horas el presidente Donald Trump dio dos discursos completamente opuestos, en el primero criticó duramente a los medios de comunicación y hasta a los miembros de su propio partido y en el segundo, exhortó a la unida nacional y al amor.
Los dos discursos fueron un reflejo en tiempo real del debate interno en el que se encuentra el mandatario, entre las peticiones para que se modere y se apegue al guión y el de su verdadera personalidad y su tendencia a estallar a las primeras de cambio.
Ayer, durante su visita a Nevada habló en un tono mesurado y se apegó al guión al cien por ciento al dirigirse a los veteranos en una conferencia de la Legión Estadounidense en Nevada. “Estamos aquí para mostrarlos a ustedes como un ejemplo de fortaleza, valor y determinación que nuestro país necesitará para sobreponerse a los muchos desafíos que enfrentamos”, dijo.
La noche anterior, el presidente se dejó llevar durante su visita en Arizona, desafiando las instrucciones de sus asistentes de apegarse a su discurso y arremetió contra los medios de comunicación por la cobertura que hicieron de sus comentarios sobre la violencia en Charlottesville, Virginia, a los que llamó “personas enfermas”.
En su gira por Phoenix, el presidente fue él, abrió su discurso hablando de unidad pero rápidamente estalló en ira y culpó a la prensa por el rechazo que tuvo tras su discurso sobre la violencia en Charlottesville.
En cambio, en Reno hizo un llamado al patriotismo y a la sanación nacional y parecía más cordial. Habló también de sus esfuerzos por reestructurar y mejorar el Departamento de Asuntos para los Veteranos y dijo que a los estadounidenses no los define el color de su piel, la cantidad que reciben como salario mensual ni su partido político.
Como candidato, el presidente prometió construir un muro a lo largo de la frontera con México para detener la inmigración ilegal, diciendo incluso que el país fronterizo pagaría por el proyecto, a lo que México obviamente se negó.
En su visita a Arizona, el presidente volvió a la carga amenazando incluso con cerrar el gobierno con tal de obtener los fondos que necesita para la construcción de la barrera.
Si el Congreso no llega a un acuerdo para el 30 de septiembre, cerrará el gobierno. Congresistas Demócratas han dicho explícitamente que no apoyaran una propuestaque incluye dinero para la construcción del muro.
Sin embargo, en teoría, el presidente podría vetar o no firmar la propuesta de gasto que pase el Congreso si estos no incluyen los fondos para el muro, forzando el cierre.