SAINT PAUL, MN
En un movimiento que ha sorprendido a muchos, y que muchos otros dicen que no ha sido sorprendente, el hoy presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha oficializado su perdón a quien habría sido condenado a prisión por no obedecer un mandato de corte, el sheriff más duro del país, Joe Arpiao.
De esta forma, quien implementara en Arizona la detención de personas con base a su perfil étnico o racial, para identificar su estatus legal en el país, ha sido exento de servir tiempo en prisión por no haber atendido al dictado legal que le impedía hacerlo.
Arpaio ha sido ferviente seguidor del presidente, y sin duda un símbolo dentro de la campaña anti – inmigrante que el mismo presidente empleó como bandera de campaña y que hoy se enarbola con fuerza ante los tambaleos que un presidente pro – nazi y racista ha mostrado. Ante las crecientes críticas por su posicionamiento frente al re-surgimiento de movimientos nacionalistas y racistas, el jefe del ejecutivo retoma su promesa de construir el muro sin importar los costos que ello conlleve.
Ya en la semana habría anunciado que incluso apoyaría el que el gobierno deje de funcionar, en caso de que el congreso no apoye el presupuesto para la construcción del muro.
El presidente de este país decide ejercer su derecho de emitir un perdón presidencial al ex – sheriff con la idea de que “habría cumplido con su trabajo”, olvidando que habría más bien violado una orden constitucional al no atender el mandato de un grupo de jueces.
La Juez de Distrito de los Estados Unidos, Susan Bolton, habría establecido que “no solo (Arpaio) habría abdicado su responsabilidad, sino que habría hecho saber al mundo y a sus subordinados que continuaría con sus negocios en forma usual sin importar quien se expresara en forma contraria.”
Al conocerse el anuncio del presidente, la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles), publicó un tweet indicando que Arpaio no estaba tan sólo cumpliendo con su trabajo; antes bien, estaba violando la Constitución y discriminando en contra de Latinos en el país.
Para diversos analistas de las cadenas CNN, CNBC, PBS y otras, el anuncio busca distraer a la opinión pública del anuncio que el mismo presidente de los Estados Unidos hiciera hoy, prohibiendo el reclutamiento de personas trans-género dentro de las fuerzas armadas, asunto que debiera generar una reacción amplia entre diversos sectores de la población estadounidense.
Acaso la apuesta del jefe del ejecutivo fueran que un amplio sector de la población estadounidense aprobarían su decisión de perdonar a Arpio, dado que una gran proporción considera que la inmigración indocumentada es un serio problema. De esta forma, indican analistas, poca atención se prestaría a su decisión de establecer la limitación de servicio en las fuerzas armadas con base a preferencias de género.
Es de esperarse, sin embargo, que la atención se vuelque en la falta de atención a las violaciones legales y constitucionales en las que ha incurrido Arpaio, situación que, desde la perspectiva de diversos analistas legales, debiera constituir un acto digno de demandar que el ejecutivo renuncie a su cargo habida cuenta de que se encuentra estableciendo un régimen basado en la personalidad del mismo presidente, por encima de cualquier otro poder político en funciones.
Habrá que dar seguimiento al caso, y esperar que los movimientos progresistas en el país reaccionen en forma consecuente.