SAINT PAUL, MN
Bajo la acción ejecutiva del presidente de los Estados Unidos, la cancelación de la Acción Diferida para Arribos en la Infancia (DACA por su siglas en inglés), supuso que el pasado 5 de octubre del 2017 sería la fecha límite para renovación de status para quienes tuviesen como fecha de vencimiento de su condición entre el 5 de septiembre del 2017 y el 5 de marzo del 2018. Con ello, quienes solicitaran la extensión, podrían garantizar dos años adicionales, en caso de recibir la aprobación, de su estatus migratorio. Este les permitiría mantenerse con un permiso temporal para continuar estudiando, o bien laborando, con cierta garantía para no ser deportados.
Llegada la fecha límite para que esto ocurriera, y luego de que no fuese postergada pese a la presentación de miles de solicitudes, cuentan aproximadamente 36,000 jóvenes que se encontraban bajo el beneficio del DACA, quienes no solicitaron la renovación de su estatus.
Los jóvenes que han sido identificados como “Soñadores” (Dreamers), se han convertido en un grupo de individuos, aproximadamente 800,000 en el país, que fueran beneficiados bajo el régimen de Barack Obama, acción que el actual presidente se ha empeñado en revertir, desde el momento en que diera inicio su campaña política para obtener el cargo que hoy ostenta. Se trata de una medida que otorga protección a quienes hayan llegado al país siendo niños siendo indocumentados, por lapsos de dos años, renovables.
Bajo las condiciones actuales, se estima que 154,234 personas beneficiarias del DACA, cuyos beneficios habrían de expirar hasta antes del 5 de marzo del 2018, podrían solicitar la renovación de sus condiciones. De esta forma, aproximadamente el 23 por ciento de ellos habrán decidido no someter sus solicitudes de renovación.
En muchos casos, esto ha coincidido con la presencia de eventos naturales devastadores, como en Texas, donde 2,682 personas (28 por ciento de los beneficiarios), no solicitaron su renovación, acaso como consecuencia del huracán Harvey, que afectó la región. En Florida, donde el huracán Irma se hizo presente, causando destrucción, 2,052 personas (35 por ciento de los beneficiarios en el estado), no solicitaron su renovación a tiempo. Incluso en Puerto Rico, 15 de los 28 beneficiarios de DACA no solicitaron la renovación de su estatus a tiempo, coincidiendo con la llegada del huracán María, que devastó casi en su totalidad a la isla. En las Islas Vírgenes, también posesión norteamericana, el mismo huracán María impidió, aparentemente, que uno de los 9 beneficiarios de DACA enviara su solicitud.
Ante el reclamo de diversas organizaciones e individuos, entre los que destaca la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), con base en California, se ha contemplado la posibilidad de revisar caso por caso. CHIRLA ha acusado a la medida como no realista y castigadora en contra de los jóvenes soñadores. El sitio oficial del departamento de Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, anunció que sólo los casos de quienes habría de solicitar sus renovaciones en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes, serán analizados para revisión si envían sus solicitudes fuera del tiempo límite.
Para algunos analistas, miles de personas han decidido no solicitar la renovación de sus permisos temporales, al temer que ello se traduzca en acciones directas en su contra y contra sus familias, por parte de oficiales de inmigración, quienes habrían de localizarles fácilmente y por tanto deportarles.
Sin embargo, como han señalado quienes asisten a los solicitantes, la falta de claridad en la información ha provocado pánico y temor entre miles de jóvenes DACA. Habría que investigar, entre los 36,000 que no hayan solicitado la extensión, quienes lo hicieron por no querer exponerse, y quienes dejaron de hacerlo por falta de información oportuna y clara.
