MINNEAPOLIS, MN
El popular servicio de transportación UBER, ha sido atacado por hackers, dejando expuesta información confidencial de 57 millones de personas que hacen uso del servicio. Así lo reveló la misma firma, refiriéndose a la información personal de conductores tanto como de clientes usuarios del servicio. Al darlo a conocer, UBER reconoció haber mantenido en secreto el acontecimiento por más de un año. A fin de evitar mayores consecuencias, la firma aceptó haber caído en una acción de chantaje, pagando $100,000 dólares a fin de que los delincuentes borraran los datos robados, y que mantuvieran silencio al respecto.
El robo cibernético de la información habría sido reportado por Bloomberg en su edición en línea, indicando que el evento ocurrió en el mes de octubre de 2016, y que entre todo se incluían datos sobre correos electrónicos, nombres, y los números telefónicos de clientes alrededor del mundo entero. Fueron alrededor de 7 millones de conductores los que se suman a los cerca de 50 millones de clientes, los que han sido afectados. Entre los conductores, quedaron expuesta la información contenida en las licencias de conducir 600,000 personas en los Estados Unidos.
Tras haber admitido que la información era correcta, UBER indicó que números de seguro social, información de tarjetas de crédito, detalles de los viajes en los autos afiliados a UBER, han quedado a salvo del robo, por lo que toda la información de mayor riesgo no ha sido expuesta.
Al momento en que el incidente ocurría, UBER se encontraba negociando con reguladores de los Estados Unidos, quienes investigaban denuncias de violación de privacidad entre clientes de la firma. Ante ello, la empresa reconoció que tenía la obligación legal de reportar el robo de información a los reguladores y a los conductores cuya información de sus licencias de conducir habían sido obtenidas. Ante ello, UBER decidió pagar a los hackers a fin de que el caso no se hiciera público. Indicando que dentro de la firma se duda que la información haya sido jamás usada, UBER se negó a revelar la identidad de quienes cometieron el ataque cibernético.
En muchas formas, UBER llegó al límite entre el ejercicio legal de guardar silencio, ante la obligatoriedad de denunciar el caso. Hoy, luego de que la firma reconociera el evento, el Abogado General de la ciudad de Nueva York, Eric Schneidarman, ha iniciado una investigación sobre el robo de información. Al mismo tiempo, la empresa ha sido demandada por actos de negligencia en torno a la acción de los hackers, por parte de un cliente quien demanda también una acción concreta en contra de la empresa.
Así, el innovador servicio de transporte, que a partir del 2009 llegara a cambiar profundamente el panorama de servicio público, enfrenta ahora un nuevo capítulo de presión en su contra. Y es que son decenas de demandas en contra de UBER que hoy se cuentan desde San Francisco hasta Londres, por uso ilegal de programas de cómputo, dudas sobre los costos estimados de los viajes, y la falta de cuidado y salvaguarda de la información de conductores y clientes.
Adicionalmente, en algunos sitios en los que el sistema se ha implementado, se ha expresado que existe preferencia sobre conductores blancos, sobre quienes someten sus solicitudes para incluir sus autos, si estos no son blancos.
