WASHINGTON, DC
Mientas que el presidente Donald Trump y los líderes del Congreso de Estados negociaban reformas migratorias más amplias, el juez del Noveno distrito William Alsup dictaminó que el gobierno federal debe mantener el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, mejor conocido como DACA, en los mismos términos que estaba antes de que fuera cancelado. Aunque aclaró que no debe admitir nuevas solicitudes.
Hasta ahora, DACA les ha brindado protección y permisos para trabajar legalmente en el país a cerca de 800 mil jóvenes desde que el programa fue instalado por el presidente Barack Obama en 2012.
El presidente reaccionó ayer sobre la decisión desde su cuenta de Twitter: “Simplemente muestra a todos cuán quebrantado e injusto es el sistema judicial, cuando aquellos que se oponen a sus políticas casi siempre ganan en el distrito judicial federal en el que se encuentra ese tribunal”.
Mientras tanto el director de Políticas Públicas de la Casa Blanca Carlos Díaz Portillo dijo que el Departamento de Justicia apelará “de manera inmediata” el fallo del juez y añadió que “es una decisión preocupante que no nos sorprende, el magistrado Alsup ya ha emitido varios fallos en contra del presidente Trump”.
Díaz aclaró que la decisión puede obstaculizar las conversaciones entre los partidos de llegar un acuerdo para los dreamers ya que “pone en peligro el gran avance que se dio en la reunión martes” y en la que estuvieron presente 25 legisladores republicanos y demócratas y en donde acordaron que “el primer paso de la reforma migratoria va a poner a DACA en el centro y darle urgencia y esto le puede quitar un poco de ese sentido de urgencia que tenemos en estas negociaciones”.
Y aunque no dio detalles, dijo que durante la reunión, Trump se había mostrado abierto a legalizar a los 11 millones de indocumentados en el país.
La fecha límite para evitar el cierre del año electoral es el 19 de enero, los legisladores siguen buscando la formula para revivir las protecciones en contra de la deportación que Trump ha terminado para casi todos los jóvenes inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos cuando eran unos niños y ahora viven ilegalmente. A cambio, Trump y los Republicanos quieren endurecer las protecciones fronterizas y endurecer las restricciones sobre los que intenten emigrar a este país”.
