MINNEAPOLIS, MN
Wells Fargo cerró el 2017 con muy mala nota y de la misma forma comienza el año, cuando el miércoles muchos de sus clientes se dieron cuenta que las cuentas que mantienen con la institución estaban vacías. Conforme a los informes, el problema afectó a los clientes registrados para pagar sus facturas automáticamente en línea.
Según la institución, las cuentas de cheques aparecían en números rojos debido a un error en sus sistema ocurrido el 17 de enero cuando el programa comenzó a procesar los pagos del sistema Bill Pay en línea descontándolos dos veces y duplicando las tarifas de transacción.
De acuerdo al noticiero CBS, el error bancario también provocó que se le hicieran cargos por sobregiro en muchas cuentas de cheques ya que los clientes de todo el país fueron informados erróneamente que no tenían dinero en sus cuentas.
En consecuencia, las líneas telefónicas del banco estuvieron saturadas a la largo de la noche, cuando miles de clientes enfurecidos demandaban respuestas por el embarazoso error. A los que pudieron comunicarse con uno de los representantes se les informó que sus cuentas serían arregladas durante la noche, sin embargo, hasta ayer el problema no había sido resuelto.
En repuesta a su clientes, Wells Fargo emitió un comunicado a través de su cuenta de Twitter explicando el problema:
“Estamos conscientes de la situación en la que se encuentra Bill Pay, la cual fue causada por un error de procesamiento interno. Estamos trabajando en corregir el error, nuestros clientes no necesitan hacer nada al respecto por el momento. Cualquier cargo o tarifa que se haya hecho a nuestros clientes por culpa de este error, nos haremos cargo. Nos disculpamos por cualquier inconveniente”.
La respuesta de los clientes a través de los medios de comunicación social fue inmediata, muchos de los cuales se quedaron sin fondos para hacer sus compras.
El año pasado, la compañía tuvo que pagar 110 millones de dólares para poner fin a una demanda de más de 2 millones de cuentas que sus empleados abrieron sin permiso de sus clientes.
Desde el 2011 los empleados del banco estuvieron creando cuentas de correo electrónico falsas para registrar a los clientes en los servicios bancarios por internet, presionados por tácticas de ventas. Los afectados se daban cuenta de su existencia cuando empezaban a acumular intereses, cuando recibían tarjetas de crédito o debito que no habían solicitado o les llegaban carta en el correo felicitándolos por la apertura de una nueva cuenta.