MINNEAPOLIS, MN
Algunos ciudadanos en EEUU (unos bienintencionados y otros malintencionados) se preguntan:
¿Por qué los inmigrantes “ilegales” no quieren aprender inglés ni aceptar nuestras reglas y modo de vida?
Nosotros debemos preguntar a esos ciudadanos: ¿integrarnos a la cultura norteamericana implica volvernos anti inmigrantes reaccionarios, renunciar a nuestras raíces y lengua, sentir desprecio por nuestro país de nacimiento, tener una mentalidad de esclavo de hogar y vernos a nosotros mismos como si fuéramos “inferiores” a la raza blanca?
Una contundente respuesta a estas inquietudes la ofrece Aviva Chomsky en su libro “¡Nos Quitan Nuestros Trabajos!”. “Algunos ciudadanos se preguntan —según Aviva Chomsky— por qué los inmigrantes simplemente no “obedecen las leyes” y hacen los trámites apropiados, o renuevan sus visas o se convierten en ciudadanos y, por lo tanto, se “legalizan”. La razón es la misma por la que Rosa Parks no se sentó “legalmente” en la parte delantera del autobús, o Harriet Tubman no se emancipó “legalmente” de la esclavitud: las leyes fueron concebidas para no permitirles a ciertos grupos de personas tener los mismos derechos que otros tienen y disfrutan”.
Cuando algunos en EEUU exigen un “alto a la inmigración ‘ilegal’”, nosotros debemos exigir “¡alto al imperialismo yanqui!”.
Cuando algunos anti inmigrantes reaccionarios presumen de que “los mexicanos vienen aquí porque quieren tomar ventaja de las bondades que aquí ofrecemos”, nosotros debemos decir que la emigración hacia EEUU es simplemente un resultado de las políticas intervencionistas de este país. Si el gobierno estadounidense quiere, de manera seria, detener la inmigración “ilegal”, entonces puede empezar por dejar de entrometerse en la vida social y política de otros países.
Desde mi realidad como mexicano en EEUU, yo creo que los mexicanos debemos integrarnos a los blancos tanto como los blancos se integraron a los nativos americanos, debemos aprender el inglés tanto como los blancos aprendieron las lenguas nativo americanas. El objetivo del mexicano en EEUU no debe ser la integración sino la liberación. Y esa lucha por la liberación, nos obliga a no perder de vista las realidades de nuestro país de origen, México, que siendo uno de los países más ricos de América y del mundo, es a quien más se le ha fugado su gente hacia EEUU, eso gracias a que pocos tienen mucho, y muchos —la gran mayoría— tienen poco o nada.
Y es por ello, que la actual batalla de los mexicanos es por la regeneración política y social. Igual y en una de esas —no hay que perder nunca la esperanza— a los mexicanos se nos presentará la oportunidad de regresar a una patria libre, igualitaria y triunfante.