SAINT PAUL, MN
Un problema serio dentro del área de criminología ha sido el poder determinar la participación, y culpabilidad, de quienes estén involucrados en casos de violación o de violencia doméstica. Por ello, las agencias de aplicación de la ley en Minnesota han hecho claro que existe un período perentorio bajo el cual se deben aplicar las pruebas para determinar si habría ocurrido una violación, a fin de apoyar y mejorar los resultados de las investigaciones conducentes en caso de asaltos sexuales en el estado. La medida ha sido propuesta por la casa de representantes de Minnesota.
La propuesta de ley, introducida esta semana, busca estandarizar el manejo de las evidencias de asaltos sexuales a la luz de una auditoría sobre los casos del 2015, que habría puesto en evidencia que existen cerca de 3,500 kits de prueba de asaltos sexual que no han sido empleados por parte de las autoridades policiacas, y que permanecen en almacenamiento, sin importar a nadie que algunos de ellos hayan perdido vigencia. En algunos casos, los kits contienen fechas de implementación de la década de los 1990s. Pese a ello, la nueva legislación en el estado de Minnesota, no demanda que se pruebe la viabilidad de los kits, y sí que los nuevos serán empleados bajo la nueva imposición.
Bajo estas premisas, la policía contará de hasta 10 días a fin de obtener evidencias suficientes sobre casos de asalto sexual, mediante el uso del kit, por parte de una clínica u hospital, luego que la acción de asalto haya sido denunciada. Asimismo, se contará con hasta 60 días para enviar la prueba del kit a un laboratorio forense para la aplicación de pruebas de DNA.
La iniciativa de ley, presentada en coautoría por Marion O’Neill, por Maple Lake, solicita el uso de los kits en caso de que la víctima esté de acuerdo en reportar la agresión a la policía, y que sea la misma víctima quien apruebe el uso del kit, en el caso particular. La representante republicana indico que la policía debe obtener esos kits, bajo los criterios indicados, y por ello etiquetados como “sin restricciones”, y deberá enviarlos a pruebas dentro de las nuevas guías propuestas.
El kit de prueba consiste en la posibilidad de identificar evidencias de asaltos sexuales, que es aplicado con base a denuncias del mismo, si el paciente está de acuerdo en el proceso de prueba. Para ello, debe haber un recuento de los hechos, por parte de la víctima. Se recopilan los hechos que narre la víctima, incluyendo cuanto más pueda recordar al respecto. Posteriormente, se precede a un examen visual para identificar daños físicos como consecuencia del acto. Se procede entonces al examen interno de las áreas afectadas, con la recopilación de pruebas, mediante la recolección de muestras en el cuerpo de la víctima.
Es posible que una persona representante de servicios especiales acompañe a la víctima a lo largo del proceso entero, y la víctima puede optar por suspender el proceso en cualquier momento. Debido a que las pruebas a colectar son diversas, incluyendo orina, muestras de evidencia de uñas, muestras de otras partes corporales, la víctima podría sentirse invadida y tendría todo el derecho a decidir parar la aplicación del kit que, de otra forma, sería enviado a la policía para documentar el caso.
La policía deberá mantener alto grado de discreción, sobre todo bajo la premisa de que el kit será sólo útil en caso de proveer de evidencia en las denuncias de asaltos sexuales.