MINNEAPOLIS, MN
Ayotzinapa, un poblado localizado al sur de México, se ha convertido en el ojo del huracán en las noticias cotidianas en el país, abarcando aspectos políticos y de seguridad. El 26 de septiembre del presente año, se ha concluido que el alcalde de Iguala, en el estado de Guerrero, ordenó la detención y posterior desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Superior del estado. Los estudiantes acudían de Ayotzinapa a la ciudad de Iguala, con el fin de recabar fondos para viajar a la ciudad de México y participar en los actos conmemorativos del 2 de Octubre.
Se ha dicho que la visita estudiantil a la ciudad, coincidía con un acto público conducido por la esposa del alcalde, por lo que el gobierno local se sintió “amenazado” y ordenó la acción, que derivó en el asesinato de seis personas, incluyendo a tres de los estudiantes provenientes de Ayotzinapa.
Otros 43 estudiantes fueron detenidos y desde entonces se encuentran desaparecidos. De nueva cuenta, la violencia asociada con el narcotráfico emerge como parte del lamentable suceso, como muestra de lo complejo que es este fenómeno, y que poco o nada han logrado hacer los poderes gubernamentales para detenerlo.
En los últimos reportes de un equipo forense que trabaja en la identificación de restos encontrados en fosas clandestinas en el estado, se expresa que no existe evidencia de que los restos correspondan a los cuerpos de los estudiantes normalistas. En consecuencia, y ante la falta de claridad en las respuestas que las autoridades han dado a la ciudadanía, los sentimientos de frustración y desconsuelo se han generalizado entre la población mexicana. En particular, los padres de los desaparecidos demandan cotidianamente que se presenten a los chicos desparecidos vivos, o que al menos se presenten sus cuerpos para proceder en consecuencia y ofrecerles sepultura.
La indignación que se ha expresado en sinnúmero de manifestaciones públicas a lo largo del país, ha llegado allende las fronteras. En Europa, en Asia, en Suramérica, las muestras de solidaridad con las familias de los desaparecidos han sido evidentes. Lo mismo ha ocurrido en los Estados Unidos y Canadá, en donde las comunidades de mexicanos han alzado la voz para demandar a las autoridades que respondan con justicia ante este nuevo hecho de violencia que mancha la historia del país.
La Universidad de Minnesota cobija a un buen grupo de estudiantes que se han sumado al llamado #TodosSomosAyotzinapa, y han organizado una vigilia en el campus de la Universidad en la ciudad de Minneapolis, este martes Noviembre 11 al medio día.
Los estudiantes que han organizado el evento se suman así a las demandas que han emergido en el mundo entero, llamando a no perdonar, no olvidar y exigir que los responsables sean castigados, incluyendo a todos, hasta en los más altos niveles de gobierno. Los estudiantes invitan a llamar a las oficinas del Consulado Mexicano, y demandar justicia para los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Al mismo tiempo, los organizadores expresan su demanda por que el gobierno de los Estados Unidos reconozca a los inmigrantes mexicanos y centroamericanos como refugiados y les otorgue un estatus legal de protección. Se han anunciado también futuras acciones por parte del grupo líder, MIRAC.