MINNEAPOLIS, MN
La Oficina de Parques y Recreación de la Ciudad de Minneapolis, se encuentra en plena acción para remodelar, construir y revivir áreas de convivencia comunitaria en la ciudad.
Sí, se trata de espacios en los que quienes viven en el vecindario, acuden a pasarla bien. Desde canchas de fútbol, basquetbol, hockey, tenis, hasta espacios cerrados en los que se practica la Zumba y la yoga, familias enteras coinciden cotidianamente, contribuyendo así a consolidar el sentido de pertenencia a la comunidad.
Y, en esta ocasión, quienes coordinan este proceso, que incluye el diagnóstico sobre percepciones y sugerencias sobre la mejor forma de favorecer esos espacios de recreación y convivencia, han incluido la perspectiva de diversos grupos culturales que se verían beneficiados. Y yendo más allá, se han conformado comités asesores para cada uno de los proyectos que la oficina responsable se encuentra desarrollando. Por ello, se han celebrado diversas reuniones comunitarias, en las que se ha preguntado a los participantes sobre la viabilidad de cada uno de los proyectos presentados.
En el caso del parque Hi-View, en el Noreste de la ciudad de Minneapolis, se ha propuesto la construcción de un nuevo complejo de juegos para pequeños. Se ha buscado contar con la perspectiva de la comunidad que se beneficiará, preguntándoseles si estarían de acuerdo con un proyecto de esa naturaleza, y, de ser así, cuál sería la mejor manera de proceder, incluyendo materiales, diseño, colores y desplazamiento. En estos días, se cuenta ya con dos alternativas de diseño y color, que serán presentados a la comunidad a fin de que sean sus miembros quienes decidan cuál de los proyectos se levantará en el parque.
En este proyecto se considera la construcción o remozamiento de una piscina, que complementará al parque de diversiones a construirse. Existen divergencias, por cuanto a las características que deberá tener la piscina, en tanto algunos miembros de la comunidad demandan que sea, como hasta ahora, destinada a los pequeños del barrio. Otros piden que incluya la posibilidad de que dicha oferta incluya a los adultos. Katherine Lamers, facilitadora comunitaria para este y otros proyectos que se desarrollan en Minneapolis, ha dicho que “el presupuesto no es tan grande como para agrandar la alberca, por lo que pensamos que el dinero será mejor empleado si logramos re-utilizar tanto como podamos de la adorable tortuga que hay en el área de juegos, con lo que le ofreceríamos a los pequeños una nueva tortuga, y contaríamos con bancos y sombras.”
Esto es, quienes representan a la ciudad de Minneapolis, y coordinan este y otros proyectos en beneficio de la comunidad, intentan dar respuesta a quienes han participado en los foros comunitarios. “Nuestra meta es responder a todos, pero hacemos también un balance entre lo que nos piden los niños y lo que piden los padres… Así, yo espero que hayamos logrado llegar a ese punto.” Un importante esfuerzo por involucrar la participación ciudadana en la promoción de espacios de convivencia comunitaria. En este esfuerzo, se incluye la participación de las comunidades diversas que viven en los vecindarios. Así, la voz latina está presente.