MINNEAPOLIS, MN
Yo no vi al Atlanta que la MLS promueve, no vi a un equipo completo y explosivo, a un equipo que propone, tampoco al gran goleador que la MLS pregona. Si vi peligro al frente, con dos fornidos y agresivos delanteros que en cualquier momento podrían aniquilar a los locales, pero eso fue todo, lo único que vi fue a un equipo en blanco y naranja que solo vino a defender un gol accidental.
Vi a una afición entregada, cantando, deseosa de ver ganar a su equipo. Coreando y abrazando la idea del triunfo. Resistiendo al frío con bufandas gorros, guantes, cobijas, con lo que fuera; consumiendo, comprando, bailando, todo el tiempo cantado… por el gol esperado.
Vi a un Ibsen entregado, en la búsqueda, incomprendido. Tres a la ofensiva completamente perdidos, en la espera por un balón, sin buscar el espacio o desmarque. Vi a una delantera carente de coordinación y variantes. Un equipo sin contención, con defensores carentes de técnica y que constantemente se confundían.
Todo eso vi y tal vez no fui el único, el pasado Sábado en el TCF Bank Stadium. Al Minnesota United Fc de los 11 contra 10, al que no anotó y que perdió tres puntos en casa congelando así el ánimo de los fans que esperaban más ante esta gran oportunidad.
Minnesota United Fc cayó ante Atlanta United por segunda vez consecutiva de local, sin lo abrumador del marcador de la temporada pasada, pero si con la desesperación de no poder descifrar la meta de los celebrados por la MLS. Estas son las acciones:
Ellos no merecían la victoria, 100%…Fuimos mejor que ellos desde el inicio del partido. Este fue uno de esos partidos en que tu tratas y tratas y la pelota nunca entra”. Tuvieron suerte, pienso que si jugamos dos horas mas, la pelota no entraría. – Francisco Calvo- Capitán del equipo.