SAINT PAUL, MN
Hay alrededor de 60 millones de vehículos que circulan por las carreteras de Estados Unidos a los que se ha pedido que regresen al fabricante por que necesitan reparaciones.
Este problema se ha hecho muy común que sigue en aumento y ha tenido consecuencias mortales.
El incidente que desató el llamado sucedió el mes pasado en Indianápolis, cuando un vehículo estacionado en una colina con una pequeña de 3 años en su interior rodó a un estanque congelado.
El conductor del Pontiac G6 2008, Anthony Burgress dejó el vehículo para hablar con alguien y la niña cambió la palanca de velocidades, provocando que el Pontiac rodara directamente al agua. Burgress saltó al agua, salvando a su hija, pero el ya no pudo salir.
Resultó que el Pontiac G6 2008, había sido llamado a reparación hace cuatro años por el fabricante, debido a que la palanca podía cambiarse fácilmente sin necesidad de meter el freno primero.
“Hay casi 60 millones de vehículos que siguen circulando en las carreras y que han sido llamados a reparación”, dijo Jason Levin, director ejecutivo del Centro de Defensa para la Seguridad Automotriz. Y es probable que sus propietarios no lo sepan.
Para saber si su vehículo ha sido llamado a reparación consulte la página de la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Carreteras, lo único que necesita son los 17 dígitos de el número de identificación de su vehículo (VIN). https://www.nhtsa.gov/recalls?
Cuando se llama a reparación a un vehículo, es una forma de admitir que el producto tiene un defecto y si no se corrige, esta falla podría poner en peligro la seguridad del conductor, de los pasajeros o de los que comparten las carreteras. Cuando esto sucede, el fabricante corrige el defecto sin cargo para el propietario.
Algunos defectos por los que un vehículo puede ser llamado a reparación son: parabrisas defectuosos, que se quede atorado el acelerador, problemas en la dirección que hagan que el conductor pierda el control del vehículo, sonido en los neumáticos. Cuando hay fuga de combustible y que al momento de un impacto comienzan a filtrarse, lo que los hace susceptibles a incendiarse. Asientos o respaldos que no se quedan en su posición original, cinturones de seguridad defectuosos. Componentes que se rompen con facilidad o se caen del vehículo, entre otros.
