SAINT PAUL, MN
El día de hoy, el presidente Barak Obama dará a conocer qué acciones habrá de implementar a través de una acción ejecutiva, con relación al problema de la inmigración indocumentada en los Estados Unidos. Se trata de un problema añejo, y que ha sido la manzana de la discordia entre políticos y no políticos en el país. En el pasado, la situación de inmigrantes indocumentados se ha intentado resolver. En 1917, por ejemplo, la demanda de mano de obra barata supuso la implementación de un programa que imponía un cargo a cada inmigrante para instalarse en territorio estadounidense, exentando a los mexicanos que cruzaran la frontera sur. De esa forma, inmigrantes que anteriormente cruzaban sin documentos, podrían hacerlo fácilmente para trabajar.
En 1965, se implementó el Acta de Inmigración y Naturalización, también conocida como el Acta Hart-Celler, por lo apellidos de los legisladores que la impulsaron. Esta reforma abolía cualquier sistema de cuotas con base en el origen de las personas y establecía una nueva política basada en la reunificación de familias de inmigrantes y la atracción de trabajadores calificados a los Estados Unidos. El efecto que la reforma trajo al país fue inmediato, con un incremento notable de personas provenientes de Asia y Asia del Sur. Con ellos también comenzaron a llegar en números significativos quienes provenían de países de Latinoamérica y mayormente de México.
Se puede decir que esa fue la primera gran reforma migratoria, pero a partir de entonces se han implementado otras. La famosa Simpson-Rodino de 1986, el Acta de Inmigración de 1990, etc. Hoy, continuamos hablando de un sistema migratorio roto, ineficiente, que tiene que ser reformado. Se habla también de un significativo número de personas que viven y trabajan en el país sin contar con documentos legales, ascendiendo esta cifra a 11 o 12 millones de personas. Todos ellos esperan que el anuncio de hoy del presidente les de alguna esperanza de alivio a su situación, como ha ocurrido en los tiempos en que se han implementado reformas similares.
Las restricciones que se especula tendrá la iniciativa presidencial apuntan a beneficiar solo a un porcentaje mínimo de personas, que colocaría entre 4 o 5 millones a los posibles beneficiarios en el país. En Minnesota, las estimaciones del número de indocumentados se encuentran en un rango muy grande de variación, yendo de 75,000 a 100,000 personas, de diversas nacionalidades, y que o bien cruzaron sin documentos, o bien extendieron su estancia fuera de la vigencia de sus visas. Suponiendo que un número razonable es el promedio entre las estimaciones, podríamos decir que 87 mil personas en Minnesota estarán muy atentas al anuncio presidencial. Pero serán menos de la mitad de ellos quienes resultarán beneficiados, al ser padres de un estudiante bajo el DACA, o ser padres de niños que hayan nacido en los Estados Unidos, y haber tenido al menos 10 años de residencia probada.
Susan Brower, la Demógrafa del estado de Minnesota, declaró al diario Star Tribune que los reportes de estimaciones hechas muestran cómo la inmigración a Minnesota ha disminuido en su ritmo, luego de veloces incrementos en los 1990s y 2000s. De ahí que existan tantas discrepancias en las estimaciones presentadas. Pew Research estima que Minnesota podría sumar hasta 95,000 inmigrantes indocumentados, en tanto que el Instituto de Política Migratoria estima que serían 91,000 personas indocumentadas. El investigador de la Universidad de Minnesota, Rob Warren, del departamento de Sociología, estima que el número más aproximado sería de 100,000 personas.
Si mantenemos nuestra aseveración de que sería razonable pensar en 87,000 personas, o si se desea adoptar los números menos conservadores, estamos hablando de entre 1.5 y 2.1 por ciento de la población de Minnesota, que cuenta por individuos que trabajan y consumen en el estado, y que por tanto beneficiarían a la economía local al verse beneficiados por el anuncio de esta noche. Aun cuando se trate e 43 o 50 mil de ellos. No hacerlo, está costando muy caro, y ante el paulatino envejecimiento de la población local, como señala Brower, son los trabajadores indocumentados quienes podrán suplir a quienes pronto se retirarán de la fuerza laboral.
