SAINT PAUL, MN
Y después de la acción ejecutiva…
En negocios, es en donde se puede identificar una serie de importantes efectos de cualquier medida que apunte a cambiar el sistema de aplicación de la ley en materia de inmigración. En tanto que existen muchos negocios que, por sus características, requieren de mano de obra temporal (para las épocas de siembra y cosecha), una de las fórmulas más efectivas es la participación de trabajadores que puedan ingresar a los Estados Unidos por los meses de trabajo. Sin embargo, el trámite por visas de trabajo, es complicado, y en muchas ocasiones, resulta en la imposibilidad para logar cubrir cuotas. Para estos negocios, la acción ejecutiva anunciada por el Presidente Obama, podría tener efectos positivos en los negocios.
En otros sectores, según reporta el Minneapolis/St. Paul Business Journal, algunos grupos de negocios temen que el pronunciamiento presidencial “hará menos posible que ellos logren encontrar jamás una solución permanente a su problema de demanda de fuerza de trabajo.” Como se ha repetido en múltiples espacios (El Minnesota de Hoy incluido), se estima que hasta 5 millones de personas serán beneficiadas en el país, al recibir protección contra acciones de deportación, y contar con autorización para trabajar en los Estados Unidos, por un período de tres años. Eso, si se ha estado en los EUA por un mínimo de 5 años, son padres de ciudadanos estadounidenses u otros con status legal, pagan sus multas y comienzan a pagar impuestos.
En el estado de Minnesota, ha sido posible atestiguar reacciones entre empresarios que datan desde el momento en que la reforma de las leyes de inmigración falló por vez primera en el año 2007. En ese entonces, un grupo encabezado por la Minnesota Landscape & Nursery Association, junto con el Minnesota Agri-Growth Council, iniciaron una coalición a la que se unirían los Productores de Leche de Minnesota y la Cámara de Comercio de Minnesota. El objetivo, colectar argumentos y apoyo en favor de una reforma migratoria que haga menos difícil el poder contar con mano de obra para poder desarrollar los trabajos que pocos o nadie quiere hacer.
En la actualidad, este grupo se ha constituido en la Coalición de Negocios de Inmigración en Minnesota, que ha expresado que: “Sin más inmigrantes, la población activa en Minnesota se quedará corta al no contar con todos los trabajadores que necesitará, tanto en los extremos superior e inferior del espectro de habilidades y conocimientos, toda vez que los baby boomers se están reirando.” La premisa se basa en el cambio demográfico, en la medida en que la capacidad de reemplazo de quienes pronto serán, o son ya, retirados, no podrá cubrir en su totalidad esos espacios vacantes. Si bien se reconoce que uno de los mayores problemas está en el rezago educativo que tienen los grupos culturares minoritarios, y que tendrá que resolverse en corto plazo, eso no será suficientemente rápido, ni en cantidad, como para lograr resolver el reto.
Contar con inmigrantes que puedan trabajar en cargos altamente calificados, tanto como en aquellos puestos que requieren menor calificación, puede ser la mejor fórmula para responder a los cambios que se avecinan, muchos de los cuales se están viviendo. Según datos de la Demógrafa del estado, Susan Browe, la población activa creció entre 1990 y 2010 en 617 mil personas, con 3 de cada 10 de ellos, siendo trabajadores inmigrantes. La situación no es novedosa: hace cien años, Minnesota era un estado de inmigrantes, la mayoría provenientes de Europa del norte. Para 1900, Minnesota se listaba como el séptimo estado con mayor proporción de residentes nacidos en el extranjero. Hoy, la inmigración es más diversa, con un gran número de personas provenientes de Asia, África y el este Europeo, además de Latinoamérica.
En conjunto, dadas las dinámicas de cambio poblacional, además de la necesidad de mantener negocios productivos y lucrativos, las demandas constantes por la implementación de una reforma migratoria completa, habrán encontrado un eco, aunque se trate de un acto temporal, que continuará con este proceso de reconfiguración de la población económicamente activa, que va sin duda mucho más allá de las disputas políticas e ideológicas entre sectores, ya que es una innegable realidad.
Algo que hay que considerar al posicionarse frente al conflicto.
