MINNEAPOLIS, MN
En un anuncio que para muchos ha causado sorpresa, la candidata independiente a la presidencia de la república en México, Margarita Zavala, anunció su retiro de la contienda. Con ello, la única mujer que participaba, ha dejado los nombres de cuatro hombres en el camino. Aun cuando las encuestas mostraban pocas posibilidades de triunfo, o acaso por ello mismo, el panorama electoral mexicano queda con sólo nombres masculinos en la contienda, y con serios problemas a resolver.
Primero, la reconfiguración de las boletas electorales. En principio, la ausencia del nombre de Margarita Zavala supondría la reedición de las formas de voto, de tal forma que, de acuerdo con la lógica, el nombre debiera ser eliminado. Sin embargo, el propio Instituto Federal Electoral, luego de una reunión de emergencia para resolver el caso, decidió que la eliminación del nombre de la ex primera dama (que lo fue bajo el mandato de Felipe Calderón Hinojosa), resultaría oneroso y poco práctico. Por ello, y pese al retraso de nueve semanas en la impresión de las boletas electorales, se ha decidido mantener el nombre de la ahora ex candidata en ellas.
Sin fin de especulaciones se han abierto, habida cuenta que, apenas el pasado 26 de abril, la entonces candidata descartara cualquier posibilidad de declinar en favor de otro candidato, asegurando que haría toda la campaña. “Yo haré toda la campaña y quienes deciden son los ciudadanos”, dijo en ese momento.
Coincidentemente, el anuncio de su renuncia, se presenta justo un día después de que el candidato por la Coalición por México al Frente, Ricardo Anaya, anunciar que buscaría a la hoy también ex panista, Margarita Zavala, para que declinara a su favor, y, con ello, “consolidar un proyecto ganador” rumbo a las elecciones del 1 de julio próximo.
Este miércoles, 16 de mayo, Zavala participó en los llamados Diálogos por México, organizado por la Confederación Patronal de México, destacando que la Reforma Educativa requería del acompañamiento del Estado a los maestros con mayor capacitación y la mejora en la infraestructura educativa. Respecto a su estrategia en materia de seguridad, Zavala explicaba que en caso de ganar las elecciones fortalecería a la policía con capacitación, controles de confianza a los uniformados y a los ministerios públicos y sugirió que la solución a la inseguridad en el país era que el Estado enfrentara a los delincuentes, con policías mejor preparadas, así como mediante el fortalecimiento del sistema judicial.
El anuncio ocurrió posteriormente, dentro del programa Tercer Grado, de la cadena monopólica Televisa, que habría concertado la presentación de los candidatos en un foro en el que participan diversos informadores de la cadena. En la emisión de ese mismo día, Zavala anunció que se bajaba de la contienda, sin apoyar a ninguno otro de los candidatos.
Los conductores del programa entonces insistieron en que la decisión era personal, y razonada, con lo que la hoy ex candidata se convertiría en una representación de lo que sigue en el futuro político mexicano. Un futuro en el que, acaso, Margarita Zavala habría acumulado suficiente experiencia para poder encabezar un movimiento ciudadano “transformador y propositivo”.
Por lo pronto, la renuncia a la candidatura independiente supone una recomposición de fuerzas, pese a que sólo contaba con el 3 por ciento de las preferencias en diversas encuestas. Y con ello, también la reconfiguración del formato del debate que tendrá lugar este domingo. Cuando las autoridades del IFE, cuestionadas por el diseño del formato del mismo debate, y la participación de una agencia de publicidad estadounidense en su diseño, han establecido que el otro candidato independiente, el “Bronco”, abrirá y cerrará el debate.
Así, el debate y las elecciones se desarrollarán sin la presencia, pero con ella, de la candidata Margarita Zavala, luego que renunciara a continuar en el proceso, acaso habida cuenta de las pocas posibilidades de triunfo que han sido evidenciadas en diversas encuestas en México.
