ROCHESTER, MN
Un hombre capturado hace más de dos años en Dakota del Sur con un cargamento de droga que se dirigía a Minnesota, seguía operando desde la cárcel.
El imperio de metanfetaminas que dirigía Marco Ávila, siguió generando ganancias aun después de haber sido encarcelado enfrentando cargos federales por liderar una conspiración en la que reclutó a familiares y a una ex novia para que le ayudara a manejarla.
A más de un año de que Ávila se declarara culpable, se le descubrió dirigiendo una operación de metanfetaminas desde un teléfono de la cárcel. Ayer, un juez federal lo sentenció a 26 años de prisión por el mismo cargo federal en menos de un año.
De acuerdo a los fiscales, Ávila de 30 años, mantuvo relaciones entre México y Nebraska con las que construyó una célula de tráfico de drogas que dirigió en Rochester desde el 2015 y hasta el 2017.
El narcotraficante fue arrestado en 2015 en Dakota del sur con casi cuatro kilos de metanfetaminas y al ser arrestado entregó la riendas de su organización a una ex novia y a su hermanos quienes le ayudaron a mantener una guerra con sus rivales.
Luego de su arresto, Ávila y sus asociados recibieron 10 cargos en su contra. Las autoridades confiscaron 24 libras de metanfetaminas y ocho armas de fuego que fueron robadas.
Pero después de un mes de que se declarara culpable en el primer caso federal, Ávila recurrió a sus proveedores de México-Nebraska para que le ayudaran a trasladar más metanfetaminas hacia el norte con otro grupo de coacusados. De acuerdo con los registros judiciales, Ávila facilitó los “asuntos cotidianos de suministro y distribución” desde el interior de las celadas, organizando activamente a través del teléfono.
El abogado de Ávila, Aaron Morrison dijo que el inculpado siguió moviendo la droga detrás de las barras con la intención de ganar dinero “para los que se quedaron atrás.”
Si bien la adicción a los opioides ha demostrado ser más letal, las muertes relacionadas con las metanfetamina ha aumentado a niveles sin precedentes y la droga es responsable de más admisiones a las instituciones de tratamiento que cualquier otra sustancia que no sea el alcohol.
Las autoridades estatales y federales, informaron que el año pasado se decomisaron cerca de mil 500 libras de metanfetaminas en el estado.
