SAINT PAUL, MN. Por Hector Garcia.
“… todo es según el color del cristal con que se mira.” Ramón de Campoamor, escritor y poeta español
En mi columna de junio 2018, incluí una serie de estadísticas que demuestran que el prejuicio dirigido hacia la comunidad latina o hispana está basado en la ignorancia y en la identificación generalizada de millones de personas por las acciones de un número mínimo de individuos en nuestra comunidad. Esta es una de las estrategias fáciles y frecuentes para atacar a grupos y culturas usualmente minoritarias; se encuentran unos cuantos casos de crimen, por ejemplo, y se hacen públicos con el mensaje de que todos los miembros de ese grupo y cultura hacen lo mismo. Como hay muchas personas entre el público que no han sido educadas sobre esa cultura o grupo o no cononcen a miembros de los mismos, las generalizaciones son aceptadas, especialmente cuando el grupo mayoritario en la sociedad está experimentando dificultades y ansía tener a quien culpar y no aceptar responsabilidad propia de esas dificultades.
Para justificar el actuar sobre un prejuicio debe de haber algo parcialmente cierto que apoye los ataques a los “chivos expiatorios.” En este caso, es cierto que las personas que entran sin documentos a un país extrajnjero están violando la ley de inmigración. Sin embargo, lo que no dicen los politicos, ni las autoridades ni los medios de comunicación en este caso a la mayoría ciudadana es que esos inmigrantes dejan sus hogares porque fuerzas económicas y políticas, en las que ellos no tuvieron nada que ver, crearon condiciones intolerables e indignas para ellos y sus familias dentro de sus países de origen. Quiénes desataron esas fuerzas, como parte de la globalización? Los gobiernos, empresas y personas poderosas de sus países y de los Estados Unidos, los cuales ahora deberían aceptar la responsabilidad de hacer las correcciones y reformas a la ley en lugar de buscar grupos débiles a quienes echarles toda la culpa de lo que ellos deberían haber prevenido.
La mejor forma de contrarrestar un estereotipo falso es con hechos y verdades así como la mejor forma de reducir la oscuridad es prendiendo la luz. Aquí está una liga a un artículo excelente en inglés sobre un estudio hecho por dos profesores de Sociología de la Universidad de California que propone un cambio de perspectiva al juzgar qué grupos étnicos están logrando el éxito:
Como se darán cuenta después de leerlo y de haber leído mi columna anterior, en lugar de que los latinos seamos la causa de la mayoría de los problemas que experimentan los Estados Unidos, somos una parte importante de las soluciones a esos problemas.
En la columna de junio, preguntaba yo si acaso no es una razón adicional del prejuicio el mismo éxito que está logrando nuestra comunidad en los negocios y las escuelas además de en las áreas de cultura y cocina americanas.
Este estudio de UCLA enfoca a la generación de los hijos de mexicanos que inmigraron a los Estados Unidos (llamada “segunda generación”). La conclusión del estudio es que entre todos los grupos étnicos de inmigrantes a Estados Unidos, la segunda generación que ha demostrado el mayor éxito ha sido aquella de los méxico-americanos.
Inicialmente sorprende esa conclusion pues hay otros grupos de segunda generación que están logrando mejores calificaciones y porcentajes de participación y graduación en las escuelas y universidades, de padres que inmigraron de China y otras naciones. Al comparar esas estadísticas con la de los estudiantes latinos, estos últimos proyectan resultados mucho más bajos.
Por qué, entonces, la conclusión del estudio? Los autores del estudio tomaron una perspectiva más amplia. Los inmigrantes de China llegan con niveles de educación mucho más altos que aquellos de los mexicanos. Los hijos de inmigrantes chinos reciben más apoyo de sus padres, mejor orientación, y más disciplina. Aunque los inmigrantes mexicanos también valoran el estudio de sus hijos, su esfuerzo empieza muy atrás de aquel de los inmigrantes chinos. Los hijos del primer grupo incian “la carrera” del estudio desde un lugar más avanzado de aquel donde inician los estudiantes de origen chino.
Al considerar no solamente los resultados actuales del trabajo de los estudiantes de segunda generación sino el sitio en el que comenzaron y hasta donde han llegado, fue evidente que los de origen mexicano están progresando mejor y más rápido que los de los demás grupo étnicos. Qué implica eso? Este contexto es más realista que el juzgar solamente los resultados del momento actual ya que permite que veamos quienes van a estar en primer lugar en el futuro. En los estudios como en la vida no es tan importante donde empieza uno ni donde se encuentra uno en un momento dado sino donde termina.
Amigos lectores, no nos dejemos intimidar por los ataques injustificados sin dejar de tomar responsabilidad por corregir los errores que, como toda comunidad, cometemos. La realidad muestra que vamos por buen camino… perseverando seguiremos triunfando!
Inicié esta columna con una estrofa de un poema famoso y me despido con parte de otro. Siento no recordar el autor de este último ni si la secuencia está en orden pero espero les inspire a continuar en la lucha con esperanza y valor.
… Si tu sonrisa es ansia insatisfecha,
Si la faena es excesiva y vil cosecha,
Si todo en tu camino es cuesta arriba,
Si a tu caudal se contraponen diques,
Date una tregua pero no claudiques…
