SAINT PAUL, MN (EFE).
Hacer modificaciones en el estilo de vida puede reducir hasta en 90 % el riesgo de padecer diabetes, señaló hoy la doctora Ana Lilia Rodríguez, endocrinóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La especialista dijo que las personas deben tener más horas de actividad física, mayor ingesta de fibra y grasas polinsaturadas, menor consumo de grasas trans y productos fritos, dejar el tabaquismo y tener un mínimo o nulo consumo de alcohol.
“Cada uno de estos aspectos protege de la diabetes tipo 2 en un 35 % y juntos en un 80 %, lo cual aumenta a 90 % si además el Índice de Masa Corporal (IMC) es normal”, aseveró en conferencia de prensa en esta capital.
Rodríguez señaló que, debido a que la diabetes tipo 2 está íntimamente relacionada con el sobrepeso y la obesidad, es indispensable prestar atención a cuidar estas condiciones para, además, evitar sufrir otro tipo de padecimientos como las enfermedades cardiovasculares.
“Tenemos que pensar que el sobrepeso y la obesidad son enfermedades crónicas que afectan a todos los órganos del cuerpo y es por ello que debemos mejorar nuestros hábitos”, dijo.
La también catedrática de la Facultad de Medicina de la UNAM señaló que cuando una persona tiene exceso de peso, la grasa excedente se acumula en los vasos sanguíneos.
“Esto ocasiona alteraciones en vías metabólicas puntuales y puede generar asma, apnea obstructiva del sueño, resistencia a la insulina, estados prediabéticos, poliquitiosis ovárica, pubertad precoz, hígado graso, reflujo, anemia, hipertensión y colesterol alto”, señaló.
Además, dijo, la obesidad es también factor de riesgo para desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2, cáncer, derrames cerebrales e infartos.
“Sin embargo, existe la posibilidad de evitar llegar a estos padecimientos y la manera más fácil de prevenir es tener un estilo de vida saludable”, señaló..
Del mismo modo, apuntó que es necesario cambiar ciertos hábitos en la alimentación, como hacer tres comidas al día con dos colaciones, comer en 20 minutos o más, además de ingerir tres raciones de verduras y dos de frutas al día.
“Además se debe evitar la comida chatarra y tratar de desayunar en las primeras dos horas después de despertarse, beber dos litros de agua, dormir más de seis horas y no más de nueve, y tratar de comer antes de las 3 de la tarde y cenar antes de las 8 de la noche”, dijo.
Sin embargo, reconoció que debido al complicado estilo de vida de las grandes ciudades esto resulta muy difícil.
“No obstante, debemos esforzarnos ya que un estilo de vida saludable es dos veces más efectivo que el mejor fármaco para prevenir la diabetes”, aseveró.
La experta señaló que actualmente el principal reto de los gobiernos es educar a la población sobre los hábitos saludables, además de diseñar entidades de salud altamente capacitadas que puedan ir a escuelas, centros de trabajo y universidades para atender y prevenir esta problemática.
“El diagnóstico oportuno también es necesario, dar educación masiva para que la gente entienda que el peso no es solo cuestión de estética, sino de salud”, finalizó.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 existían en el mundo 1.900 millones de adultos con sobrepeso, de los cuales 650 millones eran obesos.