SAINT PAUL, MN
Para muchos fue sorpresivo. Para otros, fue incluso invasivo. Y para algunos, algo que sabían pasaría. Pero todos, o casi todos, recibieron hoy, a partir de la 1 de la tarde con 18 minutos, hora del centro, un mensaje con una notificación urgente en sus teléfonos celulares.
El inesperado y sorpresivo mensaje decía que se trataba de una “Alerta Presidencial”, que era, a fin de cuentas, sólo una prueba. El mensaje indicaba que no se requería de acción alguna luego de que llegara el mensaje. Sin embargo, para muchos, fue motivo de conversación.
En la mente de algunos, esta era una prueba de la capacidad de control que la presidencia ha desarrollado, y que puede considerarse como una invasión a la privacidad. Especialmente, cuando no medió un proceso de consulta sobre la conveniencia del anuncio.
El caso es que, con un alcance a nivel nacional, y a lo largo de un período de 30 minutos, el mensaje de la presidencia buscaba llegar a 225 millones de personas en un ejercicio federal sin precedente. Se trató de una prueba del sistema de alerta de emergencia inalámbrica, que fue puesto en prueba este miércoles, 3 de octubre, con el objetivo de probar la capacidad que tiene el sistema controlado desde la oficina del presidente del país.
Desde el momento en que se activaron los teléfonos celulares, en algunos casos provocando la sorpresa de los usuarios, el hecho provocó comunicaciones intensas en los medios sociales de comunicación, incluyendo Twitter, en el que algunos expresaron molestia al ser interrumpidos en sus funciones cotidianas (o no), incluyendo el participar en funciones de cine de matiné. Otros reportaron que la notificación se transmitió en sus relojes inteligentes.
Hubo quien expresó que no recibió la notificación, al tiempo que hubo algunas personas indicando que habrían recibido el mensaje entre tres y nueve ocasiones en un período muy corto de tiempo. Usuarios de iPhone, dentro de la red de AT&T, no recibieron mensaje alguno, hasta que, en muchos casos, se reinicializó el sistema de sus teléfonos inteligentes.
El ejercicio de este miércoles fue coordinado por la agencia federal FEMA (Agencia Federal de Manejo de Emergencias), que trabajó en coordinación con la oficina de la presidencia, y las cadenas de telecomunicación de todo el país.
Esta se constituye en una alerta más para millones de usuarios de teléfonos celulares, quienes han recibido alertas sobre inundaciones, o bien las llamadas Alertas Ambar, que dan cuenta de niños y niñas desparecidos o secuestrados. Sin embargo, las alertas sobre clima o AMBER, son enviadas en forma local o regional, pero no tiene alcance nacional, al menos no a un mismo tiempo.
La alerta presidencial se ha diseñado con el fin de que la Casa Blanca informe al país entero en forma prácticamente instantánea, respecto a emergencias públicas consideradas graves, tales como un ataque terrorista o una invasión, de acuerdo con lo expresado con FEMA. Y, aun cuando los residentes de este país pueden optar por no recibir las alertas AMBER, es imposible hacerlo con este nuevo sistema de mensajes de la presidencia.
Por ello, muchos mostraron descontento con respecto a la decisión de enviar el mensaje de prueba de alerta. En Nueva York, un juez federal rechazó la petición de tres personas que indicaban que la alerta presidencial violaba los derechos individuales asociados con la Cuarta Enmienda, apenas minutos antes de que la alerta fuera enviada. Y muchas personas han indicado que el hecho de recibir mensajes de la presidencia puede traducirse en una evidencia de infiltración y de control de los medios de comunicación. Hubo incluso quienes sostienen que la definición de emergencia puede ser cuestionada, a partir de muestras evidentes de acciones prejuiciosas por parte de la presidencia, lo cual puede conducir a falsas alertas, que intentarán provocar caos e infundir temor entre la población.
Por lo pronto, hoy millones de personas en el país recibieron la alerta presidencial de prueba, con reacciones diversas.