Los Ángeles, 4 oct (EFEUSA).
Algunos inmigrantes indocumentados renuncian a sus procesos legales mientras están detenidos debido a un “sistema diseñado para hacer que (…) se rindan”, según un reporte que acaba de presentar Southern Poverty Law Center (SPLC, Centro Legal de Pobreza del Sur).
El reporte asegura que muchos inmigrantes, especialmente en el sur de EEUU, están sometidos a condiciones de detención insostenibles con el fin de que acepten la deportación o marcharse voluntariamente del país.
El documento “Sin final a la vista”, dado a conocer este miércoles por SPLC, aseguró que las prisiones y los tribunales de Inmigración “son parte de un sistema intencionalmente diseñado” para “desestimular” a los inmigrantes detenidos.
“En el Centro de Detención de Stewart, en Georgia, donde continúan muchas de las personas que revelaron sus historias para este reporte, el 93,8% de los detenidos fueron deportados o renunciaron a sus casos y dejaron el país”, señaló el informe.
En el Centro de Procesamiento ICE La Salle, en Luisiana, el índice fue del 93,5%.
“Ambos índices exceden el promedio nacional de 67,5%, evidencia de cómo los inmigrantes detenidos en lo profundo del sur enfrentan especialmente grandes dificultades en un sistema montado contra ellos”, expone el texto.
También afirma que los problemas que enfrentan los inmigrantes “no son solamente el resultado de un presidente que insistentemente demoniza a los inmigrantes”.
En lo que denomina “una aproximación de castigo a la inmigración”, el análisis considera que las dificultades de los indocumentados “son el resultado de una máquina de detención y deportación construida por décadas de políticas de inmigración que han ido incrementando su dureza”.
El SPLC presentó en abril una demanda colectiva legal contra Corec Civic, la empresa que opera el Centro de Detención de Stewart, alegando que los detenidos realizan “trabajo voluntario” por el cual se les paga “1, 2, o 4 dólares al día”.
El SPLC, en cuya consigna dice estar “dedicado a combatir el odio y elfanatismo y buscar justicia para los miembros más vulnerables de nuestra sociedad”, ha sido cuestionado entre otras cosas por publicar un “mapa de odio” estadounidense.
