SAINT PAUL, MN
Hace tan solo unos días que la comunidad latina en el mundo entero, incluyendo la de Minnesota, vio a un gran número de sus miembros participar en la celebración de la Virgen de Guadalupe, mediante misas, y con cenas y baile incluidos. Una tradición religiosa que se ha expandido a lo largo de América Latina entera, y que tiene ahora sus ecos en dondequiera que haya latinos. Pero los festejos de esta temporada apenas daban comienzo ese día 12 de Diciembre. Pocos días después, apenas a partir del 16 del mismo mes, las invitaciones a las posadas han proliferado, y los negocios en los que es posible encontrar piñatas en venta, han visto sus ganancias subir significativamente.
Así, nueve días de encuentros y de libación, en la que se cantan los villancicos de la posada (Eeen el nombre del cieloooo, os pido posadaaa, pues no puede andar, miii esposa amadaaaa), y que gozan niños y adultos por igual. Todos reunidos en torno a un pesebre aún vacío, en el que pronto aparecerá un nuevo Niño. La celebración de las posadas tiene una historia antigua. Si bien se trata de pedir hospedaje, como se identifica a la posada en España, es también una recreación de los devenires que la pareja de María y José hubieron sufrido para encontrar el sitio en el que finalmente nació Jesús. La tradición cuenta con cerca de 400 años en México, y se cree que fue Fray Pedro de Gante, en el siglo XVI quien comenzó con la misma, como medio de “educar” a los habitantes del territorio, en materia religiosa. Algo así como enseñar mediante la actuación, en la que se involucraban, como hoy, habitantes de los pueblos indígenas.
Dos personas personifican a José y a María. Ellos encabezan la procesión, iniciando un intercambio de frases cantadas, con las personas que se encuentran dentro de las habitaciones, quienes negarán la posada, hasta que los peregrinos son reconocidos. En el principio, las fiestas celebratorias designaban siete casas, que serían las mismas que habrían visitado los peregrinos hasta encontrar una que les diera el lugar para cuidar de quien sería el recién nacido.
El festejo irrumpe una vez que María y José encuentran posada, y entonces se rompe la piñata, como símbolo del triunfo del bien sobre el mal, y el consecuente beneficio que emerge de dentro de la piñata misma. Bienes que son compartidos con todos aquellos que hayan asistido a la celebración; la llamada colación, que es también repartida a mano en pequeñas canastas. Un dulce y jubiloso festejo por el logro alcanzado.
La última posada tiene siempre lugar el día 24, precisamente, que es cuando se transita a otra celebración aún más generalizada en toda América Latina. La noche de ese día es la Noche Buena, pues se culmina el proceso. Toda la familia, por tradición, habrá de reunirse y celebrar en conjunto, con regalos, comida y un brindis generalizado que acompaña buenos deseos por que las cosas marchen bien con las bendiciones que son esperadas esa noche. Una celebración que se mezcla, inexorablemente, con el arribo de Santa Claus, o Santaclós, quien será el señalado y adorado por quienes tengan la suerte de recibir algún presente alusivo a la fecha.
Pero la celebración que inicia el 16 de diciembre, finalizará en realidad el 6 de enero, cuando se conmemora la llegada de los Reyes Magos. Quienes ofrecieron presentes al recién nacido Jesús, como muestra del reconocimiento que se le otorgaría después. Compartiendo una rosca hecha para la ocasión, que esconde un pequeño (o varios) muñeco que obligará a quien lo encuentre a celebrar el día de la candelaria, la familia se reúne con amigos cercanos y bebe chocolate al compartir el pan. Y con ello se cerrará el ciclo de celebraciones en torno a la navidad, que de hecho comienzan el día de la Virgen de Guadalupe, y cierra con los Reyes Magos, de quien se espera también traigan obsequios a quienes hayan hecho méritos suficientes. Ah, bueno, al menos el ciclo cerrado hasta el 2 de febrero, donde nos veremos otra vez para comer los tamales que seguramente traerás pues te habrás encontrado el muñeco.
Hasta entonces, y felices, muy felices fiestas.
