México, 8 oct (EFE).-
Los jóvenes son el grupo más vulnerable a sufrir una enfermedad mental y es justo en esta etapa donde se presentan los primeros síntomas de un trastorno psiquiátrico, advirtieron hoy expertos en el tema.
“Casi siempre es en la adolescencia o adultez temprana cuando aparecen estos síntomas, y aunque empiezan antes de los 14 años no se detectan ni atienden pues se confunden con conducta propias de adolescentes”, señaló en un comunicado Dunia Pintado, presidenta de la asociación Voz Pro Salud Mental CDMX.
Sin embargo, dijo, síntomas como cambios bruscos en el estado de ánimo, tristeza o apatía constantes, conductas impulsivas o temerarias, ataques de ira excesivos, abuso de alcohol u otras sustancias, promiscuidad, o trastornos alimentarios pueden ser señales de que algo pasa.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión en los jóvenes se presenta de forma distinta que en los adultos: con enojo, irritabilidad o hipersensibilidad a la crítica y aislamiento.
De acuerdo con la OMS, la depresión ocupa el tercer lugar en jóvenes a nivel mundial.
Un informe publicado por el Hospital Infantil de México en 2015 muestra que la sintomatología depresiva en este grupo tiene mayor prevalencia en mujeres y que 27,5 % de toda la población adulta que ha tenido un episodio depresivo alguna vez en su vida lo experimentó en la adolescencia.
La autolesión es otro síntoma que aparece antes de la pubertad y los primeros episodios se dan normalmente entre los 12 y 16 años.
El acoso escolar o bullying es otro de los factores que inciden en la depresión.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar en acoso escolar, afectando al 40 % de los alumnos de primaria y secundaria, tanto de escuelas públicas como privadas.
Además, el suicidio representa la segunda causa de muerte a nivel mundial entre jóvenes de 15 a 29 años.
Pintado dijo que en este caso es necesario reconocer los síntomas a tiempo, buscar la ayuda necesaria y apegarse a un tratamiento integral para mejorar el pronóstico de la enfermedad.
De igual manera, llevar programas de salud mental a las escuelas para mejorar el ambiente social y sensibilizar a los jóvenes, docentes y padres de familia sobre estas enfermedades