México, 1 dic (EFE).-
La euforia, la música, los banderines al aire, los cánticos y, sobre todo, la ilusión intacta por un México mejor se desplegaron hoy en un multitudinario acto popular en el Zócalo de la capital del país para festejar la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Riadas de gente llegaron a la plaza principal frente al Palacio Nacional para escuchar el discurso del primer presidente izquierdista en varias décadas, que reiteró su postura antineoliberal y en favor de las clases más desfavorecidas.
En medio del júbilo, no faltaron los puestos callejeros que ponían a la venta objetos como muñecos de trapo o llaveros con el rostro del nuevo jefe de Estado, algo más propio de un superhéroe que de un político.
También había a la venta banderas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido político con el que López Obrador ganó por mayoría absoluta en los comicios del pasado 1 de julio.
Después, los ciudadanos agitaron con fuerza las banderas mientras entonaban el ya mítico cántico “Es un honor estar con Obrador”.
Pudieron verse también grupos de baile tradicional procedentes de los estados de Oaxaca, Morelos e Hidalgo, entre otros, haciendo gala de coloridas vestimentas y de un ritmo imparable.
Aunque el sol golpeaba fuerte, no impidió que la gente se aproximase al escenario en el que grupos como Calle 13 o la soprano Regina Orozco hicieron bailar a cerca de 120.000 personas.
Más adelante se celebró una ceremonia en la que representantes de los 68 pueblos indígenas mexicanos entregaron el bastón de mando de sus comunidades al nuevo presidente, en un acto lleno de misticismo en pleno Zócalo.
En la ceremonia se hizo un ritual de purificación en el que López Obrador recibió un crucifijo de los representantes de los pueblos indígenas y se arrodilló para recibirlo.
“Reciba de nuestras manos y a nombre de nuestros pueblos este símbolo que lo guiará, y recuerde que los pueblo indígenas le entregamos nuestra confianza y nuestro compromiso”, dijo Carmen Santiago Alonso, representante de los pueblos originarios.
Posteriormente llegó el esperado discurso de López Obrador, que estrechó las manos de la multitud en su ascenso hacia el escenario. “Estamos por iniciar lo que bien podríamos llamar una modernidad forjada desde abajo y para todos”, aseguró.
Agregó que su misión es crear un México en que quepan todos “sin importar creencias, clases, organizaciones, partidos, sectores económicos o culturales”.
Entre la multitud, Antonio Galán, quien venía acompañado de su familia, dijo a Efe que México está viviendo “un momento histórico”.
“Han tenido que pasar casi 80 años para que un gobierno realmente representante del pueblo pudiera llegar al poder”, celebró emocionado.
Opinó que, en esta ocasión, “no se trata solo de un cambio de gobierno, sino una apertura de la esperanza que tenemos todos los mexicanos”.
También se mostró confiado en que lo sucedido en México “fluya hacia el sur” y empiecen a surgir ideologías similares en otros países de América Latina.
Confesó que su frustración por fin terminó, luego de varias décadas votando por la izquierda, con la victoria siempre esquiva.
En esta línea, Lidia Amezcua, enfundada en la vestimenta granate característica de Morena y seguidora de López Obrador desde 1998, contó a Efe que en esa misma plaza vivió la tristeza por las derrotas del ahora presidente en 2006 y 2012.
“Es la victoria no de Andrés Manuel, sino de todo un pueblo que sembró su esperanza y la fe en que sí podíamos cambiar y transformar el país”, expresó entre sudor y júbilo, con dos banderas de México en las manos.
Por su parte, Amairani Avendaño, joven tabasqueña que estaba allí sujetando una pancarta en la que declaraba su amor a su paisano, contó a Efe sentirse ilusionada por el futuro de la juventud.
“Hay gente que piensa que por su edad (65 años) no tiene la capacidad de llevar este país y conectar con los jóvenes, pero él nos va a apoyar”, dijo, una idea respaldada posteriormente por López Obrador en su discurso.
El colectivo Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual (LGBT) también mostró su ilusión con el nuevo gobierno, ya que en los meses previos a esta investidura Morena ya creó la Comisión de Diversidad Sexual y dos mesas de trabajo dentro de esta, comentó a Efe la coordinadora del movimiento feminista Mujeres Diversas, Gloria Davenport.
María Clemente, también activista y presidenta de la asociación Agenda LGTB, añadió que “López Obrador ha dado un mensaje claro de que sí se va a trabajar a favor de la diversidad sexual”.
Algo que reafirma esto es que la maestra de ceremonias del festejo era la senadora Jesusa Rodríguez, abiertamente lesbiana.