MINNEAPOLIS, MN
El Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) pidió ayer que se retiraran del mercado más de 12 millones de libras de carne cruda de res molida por posible contaminación de salmonella.
De acuerdo a la investigación preliminar, la carne, distribuida por la empresa JBS Tolleson, de Arizona fue empaquetada entre el 26 de julio y el 7 de septiembre de este año. Las productos se han distribuido en todo el país e incluyen las marcas Kroger, Cedar River Farms, Grass Run Farms y JBS genéricos.
En octubre se había emitido una alerta similar por la misma razón, en aquel entonces ser retiraron casi 7 millones de libras de diversos productos de carne.
Este nuevo retiro se vincula a un brote de salmonella que ha enfermado a más de 246 personas en 25 estados y que comenzó el 15 de noviembre, de acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
No se han reportado muertes, pero 56 personas han sido hospitalizadas.
El USDA pidió a la población devolver la carne a los establecimientos donde la compraron y advirtió que el consumo de productos contaminados con salmonella puede provocar padecimientos bacterianos.
Los síntomas más frecuentes de la salmonelosis son diarrea, dolores abdominales, fiebre en un periodo de 12 a 72 horas después del consumo del producto. La enfermedad usualmente tiene una duración de cuatro a siete días y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento.
Sin embargo, en algunos casos la diarrea puede ser tan persistente que las personas enfermas pueden requerir de hospitalización, al igual que los adultos mayores, infantes y personas con un sistema inmunológico debilitado.
Los productos que ha sido retirados de los anaqueles son los que tienen el número de establecimiento “EST.267”. Este número por lo general aparece dentro del sello de inspección USDA, pero puede estar en cualquier parte del envase.
El Departamento de Salud está preocupado de que algunos productos puedan estar en los congeladores de los clientes. La recomendación es no consumirlos y deshacerse de ellos o bien, devolverlos al lugar donde los compraron.
La agencia recordó a los consumidores que deben usar un termómetro para carne para asegurar una temperatura interna de al menos 160 grados Fahrenheit, lo cual es necesario para matar las bacterias que causan enfermedades.