MINNEAPOLIS, MN
Con el inicio de las sesiones de la presente legislatura en Minnesota, se ha iniciado un proceso de confrontación de opiniones en torno a las prioridades que el gobierno del estado debe atender. El gobernador Mark Dayton enfatizó que una de las prioridades de estos últimos cuatro años de su gobierno sería el trabajar en contra de las disparidades que existen aún por cuanto el acceso diferencial a los distintos niveles educativos. Uno de los argumentos empleados apunta a la carencia de suficiente mano de obra calificada que habrá de reemplazar a quienes pronto se habrán de retirar. Y junto a ello, la reconfiguración demográfica, que muestra una tendencia a una mayor diversificación de la población.
Desafortunadamente, la diversificación que se consolida en el estado, también evidencia que los grupos más desfavorecidos en el ámbito educativo son los mismos de siempre: Latinos, Afro Americanos, Asiático Americanos, Nativos Americanos. Dentro de esos grupos el índice de pobreza es muy alto comparado con la población blanca, y son los jóvenes de esos grupos los que tienen pobres rendimientos escolares.
Una medida propuesta por la legislatura apuntaba a promover la colaboración entre el sector público y el privado a fin de que fuese posible implementar programas de dos años en colegios comunitarios, en los que los estudiantes no tendrían que pagar sus colegiaturas. La idea se complementaría con estos estudiantes siendo contratados al egresar por las mismas firmas que les apoyaran. Una idea que pareciera estar pensada para favorecer a estudiantes de culturas y etnias tradicionalmente desfavorecidas.
En pasados días, el presidente de la Universidad de Minnesota, Eric Kaler, expresó que eso no es lo que el estado requiere, poniendo hincapié en la necesidad de reemplazar a quienes pronto habrán de retirarse. El énfasis es en lugares que quedarán vacantes entre enfermeras o enfermeros, médicos, y otras posiciones altamente calificadas, que requieren de preparación por 4 o 5 años, no tan sólo 2. En su posicionamiento, el presidente Kaler sugiere que no sea el plan propuesto la máxima prioridad para la legislatura, y que en cambio se incremente el presupuesto para la Universidad de Minnesota. A cambio de ello, Kaler ofrece que los costos de colegiaturas no se incrementarán, y que con ello se podrá garantizar que el número de egresados en áreas de alta demanda y calificación estará garantizada.
“Creo que el estado debe apoyar a la educación superior de forma más amplia,” anotó Kaler en el contexto de una conferencia de prensa este martes. Con ello, el presidente también reconoció que el estado tendría un presupuesto reducido para poder responder a las peticiones de todo el sector, sin embargo. Pero también argumentó que cree poder presentar argumentos sólidos para convencer a los legisladores de que la Universidad de Minnesota requiere de mayor apoyo económico gubernamental.
Esta declaración surge al tiempo en que la capacidad de investigación de la UMN se ha recuperado, generando mayores ingresos a la institución por concepto de becas otorgadas por fundaciones y otras organizaciones que apoyan proyectos de investigación. Con ello, no sólo hay mayores ingresos, pero también el número de patentes registrados se ha incrementado. Una universidad, en suma, que pide más dinero al gobierno del estado, en tanto gana más por otras fuentes.
Pero lo que debe mirarse con cuidado debe enfocarse a las consecuencias que la sugerencia presentada por Kaler puede tener en contra de la intención de reducir las diferencias en acceso a la educación. Si las cuotas de la UMN se mantienen sin incremento, quienes se verán más favorecidos serán esos estudiantes que tienen acceso a apoyo financiero, o bien que pueden cubrir los costos con sus propios recursos. Difícilmente se trata de estudiantes que provienen de grupos en desventaja.
Las oportunidades deben garantizarse primero por igual a todos, y la medida propuesta por Kaler se orienta a ahondar las diferencias.
Quien esto escribe opina que una opción debiera contemplar mayores apoyos a los grupos tradicionalmente desfavorecidos, incluso con medidas como la presentada por la legislatura por carreras de 2 años, que permitan a nuestros estudiantes, latinos, afroamericanos, nativo americanos, acercarse al medio académico, y poder luego optar por continuar en programas más largos y especializados. Kaler parece estar muy poco interesado en comprometerse en esa línea.
