MINNEAPOLIS, MN
Uno de los delitos que se comenten en mayor número dentro de los campus de la Universidad de Minnesota (UMN), es el de violaciones. En muchas ocasiones, los eventos tienen lugar cuando, acaso bajo la influencia de ciertos factores no comunes, algunas personas llegan a forzar la realización de actos sexuales sin pleno consentimiento de la contraparte (pareja). Es por ello que dentro de la Universidad se explora estos días sobre la posibilidad de implementar alguna medida para que un sí sea realmente un sí, por cuanto a relaciones con pleno consentimiento.
La propuesta es llamada, precisamente, “consentimiento afirmativo”, o bien “sí significa sí”, que se está convirtiendo en un nuevo estándar en los distintos campos de la otras universidades en el país. El objetivo es muy fácil de establecer: se intenta reducir y prevenir la incidencia de asaltos sexuales. En cierta forma, esta nueva propuesta surge como respuesta a las críticas a la media en activo que reza “no significa no”, y que ha sido señalada como obsoleta en la prevención de delitos sexuales. Estudiantes de la Universidad de Minnesota buscan que la medida “sí significa sí” se implemente en los campos locales.
Según ha sido reportado por la Radio Pública de Minnesota, la actual política sobre asalto sexual en la universidad, es vaga cuando involucra la definición de consentimiento por parte de los implicados. Algunos participantes en la transmisión del programa radial en el que se dio el debate, coincidieron en que hay momentos en los que muchos jóvenes asumen cosas que no están ocurriendo en realidad, y que hacen del “no” un algo difícil de incorporar, y creen que en muchas ocasiones el “no” significa “sí”, llegando a situaciones de forzamiento de actos, considerados violaciones.
Líderes estudiantiles en la UMN buscan desarrollar estudios serios para identificar qué tanto podrá repercutir una política positiva que sustituya a la que se encuentra en práctica. Por lo pronto, se cree que la mejor forma de hacerlo, será adoptando la medida tal y como se implementó en los campos universitarios de California, en donde ha adquirido estatus de ley, y que requiere de “una decisión afirmativa consciente, sin ambigüedades” por parte de quienes se ven involucrados en actividades de carácter romántico y sexual.
Si bien la medida surgió en California, y se implementó de inmediato en cerca de 800 escuelas a lo largo de los Estados unidos, en Minnesota no es novedosa. Algunas universidades privadas como la de Saint Thomas, Carlton y Augsburg, cuentan ya con medidas similares.
Quienes apoyan la idea proponen que ellos mismos podrían participar en la determinación sobre si un acto sexual tuvo lugar con pleno convencimiento de los involucrados, especialmente en los casos en que existan acusaciones de que se pudo haber tratado de violaciones o de asalto sexual. Por su parte, quienes se oponen a la propuesta manifiestan que el preguntar por dicho consentimiento puede aun contar con alto grado de ambigüedad, que puede actuar en contra de un momento y estado de ánimo favorable para una pareja, y que puede prestarse a diferencias en la calificación del “grado de consentimiento.”
Los críticos señalan que será muy difícil decidir cuándo hay consentimiento, sobre todo si no se ha decidido si éste tiene que ser verbal o puede partir de señas como un movimiento afirmativo con la cabeza u otros signos que puedan ser interpretados como un sí.
La discusión apenas comienza pero lo cierto es que urgen medidas de protección efectivas para que el número de agresiones disminuya, y llegue a eliminarse por completo.
