SAINT PAUL, MN
Consumidores cotidianos de gasolina han visto algunas variaciones en los precios de las distintas variaciones cuando han parado para llenar los tanques de sus automóviles. Esta semana, el precio en promedio se ha incrementado en 9 centavos, al comparársele con lo observado la semana pasada. En una breve parada para poner algo del producto en el auto de quien esto escribe, hemos tenido la oportunidad de charlar con otros consumidores. Uno de ellos, una persona que presumía contar con mayor visión histórica que cualquiera de quienes ahí estábamos, señaló que los precios que hoy pagamos por el combustóleo, eran similares a los observados en la década de los 80s. Lo cierto es que el precio promedio de la gasolina en 1980 alcanzó un pico histórico de 1.35 dólares por galón, pero para 2002, el precio observado era semejante al que hoy pagamos.
Algo curioso ocurre cuando el precio se ajusta en función de la inflación, de tal suerte que incluso, el ajuste equivalente a dólares del 2014, en 1918 el costo real de la gasolina sería de 3.89 dólares. Esto es, si las condiciones que hoy se viven se pudiesen aplicar a ese año, una persona tendría que trabajar el equivalente a 3.89 dólares corrientes, para adquirir un galón de gasolina. Curiosamente, lo que una persona en el 2018 tenía que desembolsar, era el precio nominal de 0.25 dólares por galón (y en aquel entonces, había alguien que servía de la bomba al tanque del auto. Hoy, al pagar 1.99 dólares, si se viajase a ese tiempo, y las condiciones de hoy prevalecieran, el costo tan alto significaría desembolsar apenas 0.15 dólares.
En un comparativo más obvio a los ojos del consumidor, la gasolina costaba hace un año 3.23 dólares por galón, en tanto que hoy algunas gasolineras incluso venden el líquido en 1.71 dólares. La tendencia observada hace feliz a muchísimos consumidores. Y cómo no, si un auto híbrido, hoy tan popular entre los consumidores, puede significar un desembolso de apenas 17.1 dólares al llenar el tanque de cero, en la estación de gasolina ubicada en algún lugar de Maplewood. Akshay Rao, profesor de la Carlson School of Management, de la Universidad de Minnesota, estima que los precios de las gasolinas continuarán bajos, por lo menos en el corto plazo.
“Mi instinto es que con la llegada de este verano, cuando los patrones de manejo cambien, los precios [de la gasolina] se incrementarán de nueva cuenta,” ha dicho Rao. “Los precios para un producto como la gasolina, son impulsados por las fuerzas de la oferta y la demanda, y la oferta de hoy es mayor de lo que ha sido históricamente, y la demanda tiende a ir a la baja en el invierno.”
Por otro lado, y de acuerdo a diversos reportes en el área, la industria de botes de navegación ha recibido un enorme impulso a partir de los bajos precios del combustible. En Minneapolis, existe gran optimismo en que el próximo festival marítimo de botes tendrá como resultado el incremento en las ventas de dichos bienes, previendo que la gasolina continuará en rangos bajos.
Siguiendo con la ley de oferta y demanda, si la demanda aumenta, y la oferta continúa o disminuye, los costos se incrementarán y el incremento puede llegar a ser dramático. O bien, puede vivirse un encarecimiento del producto. La variación podría ser sumamente costosa, pues podríamos ver los precios escalar del ensueño de menos de dos dólares por galón, a 3.5 o incluso 4 dólares, casi de un día a otro. Como consecuencia, los precios del petróleo podrán ver un incremento, y la espiral alcista podría tener repercusiones serias en los bolsillos de la gente común.
Sintámonos bien, por supuesto, pero mantengamos la calma, y no seamos excesivamente optimistas, pues la realidad puede obligarnos a pagar costos no previstos, y tendremos que devolver ese bote que con optimismo habríamos comprado.
