MINNEAPOLIS, MN
Seis estados y el Distrito de Columbia demandaron ayer al Departamento de Agricultura (USDA)por debilitar los estándares nutricionales en los desayunos y almuerzos escolares cuando se relajaron los requisitos que afectaban el consumo de sal y los granos refinados.
De acuerdo a la demanda, los cambios que hizo el gobierno el año pasado, “debilitaron significativamente” los estándares nutricionales de sodio y granos integrales, sin darle la oportunidad al público de hacer comentarios al respecto y van en contra de los requisitos nutricionales para las comidas escolares que había establecido el Congreso.
A la demanda encabezada por Nueva York, se le unieron California, Illinois, Minnesota, Nuevo México, Vermont y el Distrito de Columbia y aseguran que los estándares deberían basarse en las recomendaciones de las “pautas dietéticas ” del gobierno de los Estados Unidos, La Academia Nacional de Ciencias y la investigación científica sobre la nutrición de los niños.
El programa de almuerzos escolares del USDA ofrece almuerzos y desayunos gratuitos o de bajo costo en las escuelas públicas y otras instituciones. El año pasado atendió a unos 30 millones de niños.
La demanda se presentó después de que la administración Trump redujera a finales del año pasado las normas de almuerzo escolar implementadas por la administración anterior, incluida una que exige que solo se sirvan cereales integrales.
Los cambios que hizo la administración Trump también permitió que se comenzara a servir de nuevo leche con chocolate baja en grasa, cuando solo ser permitía leche con sabor libre de grasa.
El Departamento dijo que el año pasado solo el 20 por ciento de las escuelas solicitaron exenciones a la regla de grano integral, para que pudieran servir pasta, tortillas, bollos y granos molidos.
Los cambios que se hicieron el año pasado, aun requieren que las escuelas reduzcan el sodio en los alimentos por etapas, pero eliminaron el objetivo final que era reducir el consumo de sodio.
La demanda esta siendo liderada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James quien dijo en un comunicado que más de un millón de niños en Nueva York dependen diariamente de esas comidas.
&nbs
