MINNEAPOLIS, MN
El 30 de abril se festeja Día del Niño, celebración que tiene diferentes fechas en decenas de países y que para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se celebra el 20 de noviembre de cada año, con el nombre de Día Universal del Niño.
Las grandes víctimas de la tecnología han sido la socialización y las actividades físicas debido a que las personas se exponen, cada vez, a edades más tempranas a ella.
Las escenas en las casas y en las calles son comunes: menores de edad con videojuegos o conectados a internet mediante diversos dispositivos electrónicos en lugar de desarrollar habilidades físicas mediante juegos, deportes y actividades físicas.
“Una de las características fundamentales de los niños es que aprenden jugando y eso significa que están disfrutando del proceso de aprendizaje, sin embargo, gran cantidad del mismo proviene actualmente en forma de tecnología”, dijo a Efe la doctora Nancy Steinberg en Ciudad de México.
La especialista consideró como inevitable que los niños tengan acceso a la tecnología, sin embargo, “hacer uso de ella de manera responsable y controlada es fundamental para evitar limitar la socialización y el desarrollo de los pequeños”.
La psicoterapeuta, experta en problemas de conducta, expresó que los juegos tecnológicos en sí mismos no tienen un problema, pues contienen calidad visual, auditiva, gráficos e investigación para que los niños puedan ser atrapados por ella.
“El problema es que actualmente se ha llegado a un punto en el que todo lo que los niños aprenden tiene alguna base tecnológica por lo que no tienen la posibilidad de desarrollar otras habilidades sociales y físicas”, aseveró.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2018, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), poco más del 10 % de las personas que utilizan Internet son niños entre 6 y 11 años.
Steinberg señaló que es un hecho que la manera de jugar de las nuevas generaciones “ha cambiado”, decantándose más por juegos y juguetes que tienen como base la tecnología.
“Esto quiere decir que hoy en día un juguete puede moverse por sí solo y ya los pequeños tienen pocas oportunidades de moverlo”, dijo.
La especialista explicó que el problema es que este tipo de juguetes están presentes en la vida de los niños desde edades tempranas y aunque reconoce que no está mal usarlos lo importante es el tiempo que pasan frente a ellos.
“Ahora un niño que no está en contacto con la tecnología puede ser discriminado y quedarse rezagado en el tema, por lo que la prohibición no es una opción”, dijo.
Refirió que actualmente se viven momentos muy complicados debido a la violencia que se vive en todo el mundo, lo cual ha limitado que los pequeños salgan a las calles a jugar.
Sin embargo, detalló que “los padres son responsables de encontrarles y otorgarles esos espacios seguros” para distraerse y socializar con otros pequeños, además de limitar el acceso a la tecnología.
“Actualmente vemos que los niños a los tres años ya tienen acceso a internet, a los 10 años ya tienen un ‘smartphone’, lo cual no es sano para ellos”, aseveró.
Explicó que cuando los niños se exponen a edades tempranas por mucho tiempo a la tecnología “se limitan otras formas de ser estimulados y se bloquea su capacidad de moverse para encontrar información”.
Sin embargo, indicó que esta es una conducta transmitida desde los padres, quienes ya sea por trabajo o diversión pasan horas frente a las pantallas y teléfonos, lo que incide en que los pequeños imiten estas conductas.
“Debemos tomar conciencia de cambiar los hábitos y transmitirles un uso socialmente responsable del internet, si ven que estamos pegados a los teléfonos, eso es lo que aprenden”, dijo.
Recomendó que los padres ofrezcan a los niños opciones que compitan con la tecnología, que realicen actividades que les apasionen y que en casa los pequeños participen en el establecimiento de reglas y rutinas.
También aconsejó que los niños en edad preescolar no estén expuestos por más de media hora al día a la tecnología, mientras que en la primaria el límite es una hora.
“Es algo que tiene que cambiar pues, en promedio, se estima que los niños de esas edades pasan hasta 6 horas frente a la tecnología”, lamentó.
Del mismo modo, dijo que es importante que los padres controlen el contenido que sus hijos consumen en internet o en la televisión pero sobre todo dejar que los niños disfruten de eso, de ser niños.
