MINNEAPOLIS, MN
Cuando corría el año de 1999, la avenida Lake, en su segmento de la avenida Cedar y la Avenida Nicollet, era considerada una zona de riesgo. Muchos de los edificios de la avenida se encontraban abandonados, y otros servían de albergue a personas sin hogar, pese a no contar con infraestructura. En otros casos, era común encontrarse con personas afectadas por adicciones y quienes llegaban buscando comprar estupefacientes.
En muchos casos, las noticias locales cubrían el recuento de reportes policiacos que daban cuenta de un alto grado de delincuencia a lo largo del vecindario.
Corría el mes de julio cuando emergía por fin un proyecto ambicioso, largamente acariciado por un pequeño grupo de organizadores y empresarios, que buscaba proponer un nuevo modelo de hacer negocios en la propia avenida Lake.
Un proyecto que tenía 7 años en construcción y que se veía, por fin, cristalizado. En la esquina que forman la avenida Bloomington y la Lake, surgió lo que hoy es un referente, un modelo innovador, una gran experiencia que ha llevado a sus creadores a presentar la idea en diversas partes de los Estados Unidos, e incluso algunos países de América Latina y Europa.
Se trata de un modelo que se ha replicado a lo largo de la avenida, resaltando el caso de Plaza Latina, y con mayor amplitud por cuanto a la congregación de culturas e identidades étnicas, el Mercado Global. Es un modelo cooperativista, de inversión colectiva, que abre espacios comerciales a diversas propuestas, y que se conjuntan con la visión de concentrar en un solo espacio los productos que son más demandados por parte de un grupo de consumidores.
Consumidores que serían fundamentalmente de origen latinoamericano para el caso del Mercado Central, y en donde los clientes podrían interactuar con los negociantes, y encontrar desde vestidos de quinceañeras, hasta comida típica (pupusas con sabor salvadoreño, pozole con sabor a Guerrero, tacos y tortas, e incluso servicios varios como de contabilidad, legales e inmobiliarios. Todo lo que usted necesite en la esquina de la Lake y la Bloomington.
De inmediato, el flujo de personas, el impensable surgimiento de consumidores en la región impulsó a otros grupos de emprendedores, e individuos, a buscar espacios en la avenida para traer sus ofertas a ese hervidero de personas, ávidos de productos importados de sus países de origen, y que estarían dispuestos a explorar nuevas propuestas.
No pasaron ni tres años, cuando otros inversionistas se contagiaron con el furor del mercado latino y no latino que acudía a este nuevo rincón en busca de manifestaciones culturares hasta entonces desconocidas, o no al alcance de todos.
Este año, el 27 de julio, habremos de recordar al grupo formado por Juan Linares, Ramón León y Salvador Miranda, quienes impulsaron la idea y la concretaron. Los mismos que continuaron con esfuerzos semejantes en el Este de Saint Paul, o en otros sitios donde la presencia de latinos ha dejado de ser invisible, y en cambio ha cambiado radicalmente el aspecto de zonas que eran consideradas depauperadas.
El Mercado Central, pese al paso del tiempo, y a problemas lógicos en la continuación de un proyecto colectivo, cumple 20 años, mostrando a Minnesota, y al mundo entero, que una buena idea puede generar eco y cambiar barrios, en sentido positivo. El Mercado Central continúa siendo punto de referencia y hasta visita obligada al pasear por Minneapolis, pues es la puerta de entrada al Barrio Latino del sur de la ciudad.
¡Felicidades por estos primeros y transformadores 20 años a Mercado Central, en la Lake, esquina con la Bloomington, en el sur de Minneapolis!
