MINNEAPOLIS, MN
Este fin de semana, durante la madrugada del sábado, se registró un incidente en el que una mujer y un hombre resultaron heridos con impactos de bala. El evento tuvo lugar en la parte del techo del famoso restaurante CRAVE, en la avenida Hennepin. Un punto de referencia, que para muchos es sinónimo de buena cocina estilo norteamericano, y que ha pasado a ser tan demandado, que hoy cuenta con diversas ubicaciones en la zona metropolitana.
Al momento en el que se registró el incidente, el caos hizo presa de peatones y clientes, como se puede constatar en diversas imágenes capturadas por cámaras de noticieros locales, y sin embargo, y acaso debido a ello, no se habían efectuado arrestos fincando responsabilidades.
En palabras del jefe de la policía de la ciudad, Medaria Arradondo, el nivel de delincuencia en la ciudad ha crecido notablemente, y poco es lo que se ha podido hacer para contenerla, y para revertir la tendencia. Y no se trata de solo un disparo, o una persona responsable, sino que se trata de varios disparos, provenientes acaso de diversas armas, y con un número significativo de víctimas.
Para Arradondo la solución demanda de un mayor número de recursos, incluyendo un mayor número de policías y enlaces con las comunidades, mejores y más efectivas formas de aplicación de reglamentos de tránsito y un número superior de investigadores policiacos. Por ello, una acción inmediata asumida por el jefe de la policía fue la de incrementar los patrullajes en el centro de la ciudad, y manteniéndolos hasta las 3 de la madrugada.
Por su parte, el gobierno de la ciudad de Minneapolis citó inicialmente a los propietarios del restaurante señalando que el negocio había incumplido con la prevención de actividades criminales en la zona de bar, violando así una ordenanza local que indica que los negocios que cuenten con licencia para venta de bebidas alcohólicas deben proveer de seguridad para prevenir actividades criminales, generación de basura, escándalos y conductas inapropiadas.
Inicialmente, la ciudad incluyó como parte del citatorio, el que uno de los empleados del restaurante había actuado en forma inapropiada durante el momento en que tomaban lugar los disparos. En el texto se indicaba que dicho empleado intentó volver a ingresar al interior del negocio, pese a que el restaurante había sido evacuado por parte de la policía. Al intentarlo la segunda ocasión, la persona señalada se enfrentó violentamente a los agentes de policía, con lo cual sobrevino su arresto.
Sin embargo, este segundo argumento ha sido hoy descartado, ya que la persona involucrada resultó no ser empleado del local.
Hoy se ha requerido por parte de las autoridades que los responsables del restaurante implementen medidas de seguridad que sean más estrictas y efectivas, indicando que un plan para ello debe ser presentado a la ciudad a mas tardar el próximo 23 de julio.
Representantes del cuerpo de policía local se han manifestado en favor de lo propuesto por el jefe Arradondo, al tiempo en que otros, como el concejal de la ciudad, Steve Fletcher, demandan que se mejoren la iluminación de las calles, y que se permita mayor actividad en la zona por las noches, indicando que ello sería más efectivo que incrementar las medidas de acción directa policiaca.
El asunto no es nuevo en Minneapolis, y para muchos, es consecuencia de la falta de acciones concretas.
Apenas el año pasado, un conocido club nocturno (Aqua Nightclub & Lounge), se vio obligado a cerrar sus puertas luego de tres eventos de disparos con armas de fuego, y diversos momentos de conflicto con las autoridades sobre las medidas de seguridad que aplicaban.
Cuando las personas lesionadas del sábado por la madrugada se recuperan, en la ciudad se discute la forma de evitar que ocurran actos violentos. Toca a nosotros ser cuidadosos y observadores.
