MINNEAPOLIS, MN
Tal vez alguno de nosotros ahora, en este preciso instante, esta ya llamando al agente de viajes, al asesor financiero, al jefe para decirle que no regresara jamas. Tal vez, pero lo mas probable, es que ninguno de nosotros este en esa situación. Y no es pesimismo, es tan solo eso, probabilidad. Dicen que la posibilidad de ganar estas bolsas millonarias es de 1 entre 175 millones.
A muchos nos gustaría el convertirnos en millonarios de la noche a la mañana y esta vez, la bolsa del Powerball era mas que atractiva, con $485 millones de dólares.
En esta ocasión, muchos nos sentimos con posibilidades de llevarnos el premio mayor, lo escuchamos todo el día, nos enteramos por las noticias en la TV, por las voces de la radio, por los billboards de la carretera al final del trabajo, o por “la vaquilla,””la colecta,” la compra de boletos que se hizo entre los compañeros del trabajo.
Teníamos que atestiguarlo, que ser parte de la conversación y de la emoción del día, teníamos que visitar una estación de gasolina, la que fuera, para corroborar esta gran expectación y reacción de la gente, al saber que el Powerball se encontraba en una noche de esas, una noche donde la bolsa era una de las mas grandes de todos los tiempos. La señora, el señor, el de siempre, el que los compro esta vez por si las dudas, todos estábamos ahi, y todos iban directo a la pila de boletas del Powerball.
Había que comprar boleto, para participar, para dejar volar la imaginación un poco y salir de la rutina. Los villamelones de la lotería, invertimos dos, otros cuatro dólares en ello, algo que no doliera, pero que nos pusiera en la jugada, mientras los expertos, los regulares analizaban sus números, el tarot, la posición lunar, el zodiaco, y apostaron lo que les es usual. Entonces, a todos nosotros, solo nos quedaba, continuar soñando despiertos, y esperar.
Llegó la noche y los números se dieron a conocer, ¿están listos?
¿Como nos fue?
Tal vez estamos en Texas, o en Carolina del Norte, o llamándole ya a nuestro amigos en Puerto Rico para saber si a ellos les ha tocado el boleto ganador. O quizá tal vez esta noche no tuvimos suerte.
Tal vez esta noche no nos toco ser millonarios, no todavía. Nos toca tratar una vez mas, intentarlo de nuevo, seguir el circulo de vida de la bolsa millonaria, de la casi infinita probabilidad, o quizá de la emoción de un solo día.