MINNEAPOLIS, MN
El juicio en el que se pueden enfrentar a pena de muerte cinco hombres imputados en EE.UU. como organizadores de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, que mataron a casi 3.000 personas, comenzará el 11 de enero de 2021, según adelantó este viernes The New York Times.
El proceso tendrá lugar en la prisión de Guantánamo (Cuba), donde están recluidos los individuos, entre ellos Khalid Shaikh Mohammed, considerado cerebro del 11-S, en custodia de EE.UU. desde 2003 y en la base militar desde 2006, indica el diario, que ha elaborado la noticia en colaboración con el Pulitzer Center on Crisis Reporting.
El juez Shane Cohen, de las Fuerzas Aéreas, ha decidido así la fecha en la que empezará la selección del jurado militar en Camp Justice, el tribunal de guerra que se organizará en la base de Cuba, casi 20 años después de los atentados coordinados en Nueva York, Washington y Pensilvania.
El rotativo publica una orden del juez que incluye un calendario para que el proceso judicial se inicie en enero de 2021, y que sitúa en primer lugar el próximo 1 de octubre como la fecha límite para que los fiscales entreguen una lista de materiales a los abogados defensores de los individuos.
Los cinco individuos procesados fueron imputados en el caso el 5 de mayo de 2012, en una sala especial de seguridad nacional en un tribunal de Guantánamo, y es la primera vez que un juez establece una fecha de comienzo para el juicio, pese a las solicitudes de los fiscales desde 2012 a dos magistrados anteriores.
Están acusados de conspirar para organizar los atentados, en los que 19 hombres secuestraron cuatro aviones comerciales: dos de ellos fueron estrellados contra las Torres Gemelas, otro contra el Pentágono y otro en un campo de Pensilvania. Como resultado, murieron 2.976 personas.
Además del cargo de conspiración, están imputados por cometer asesinatos en violación de la ley de guerra, de atacar a civiles y de terrorismo, y de ser condenados se pueden enfrentar a la pena de muerte, cuyo método lo decidiría el secretario de Defensa.
La selección del jurado, compuesto de doce personas y cuatro suplentes, puede alargarse meses, ya que EE.UU. tiene que fletar a sus militares desde tierra hasta Guantánamo y de vuelta debido al escaso alojamiento en la base, lo que podría acercar la fecha del enjuiciamiento al 20 aniversario de los ataques terroristas.
Uno de los problemas que debe resolver el juez, señala el Times, es qué pruebas se utilizarán en el juicio, para lo que los abogados defensores intentarán en una serie de audiencias que se excluyan confesiones que los acusados hicieron al FBI en 2006, tras años de torturas por parte de la CIA.
Otra de las dificultades del proceso tiene que ver con los protocolos que se seguirán para realizar resonancias magnéticas a los detenidos para ver si han sufrido daños cerebrales o lesiones físicas, en cuyo caso la defensa podría argumentar en contra de su ejecución, si se les condena por los delitos.
El tribunal de guerra aúna la disciplina federal y la militar; los fiscales trabajan para los departamentos de Justicia y de Defensa, mientras que los acusados tienen abogados militares y civiles pagados por el Pentágono, explica el diario.