MINNEAPOLIS, MN
El temor a los efectos económicos del coronavirus ha llevado a Wall Street a hundirse en su peor jornada en el parqué de la Bolsa de Nueva York desde la crisis de Lehman Brothers en 2008, con todos los índices en caída y récord negativo del Dow Jones, y con el petróleo desplomado a niveles de la guerra del Golfo Pérsico por una disputa de precios que contaminó los mercados.
En este lunes negro, derivado no de una crisis financiera sino de una epidemia sanitaria que da señales de remitir en su foco original de China, Wall Street incluso tuvo que parar 15 minutos porque el indicador S&P 500 perdía más del 7 % en el arranque matutino.
Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones registró su mayor recorte porcentual desde 2008 y su peor caída absoluta, de 2.013,76 puntos, situándose en 23.851,02 enteros, y lastrado sobre todo por las firmas Dow (-21,66 %), Chevron (-15,37 %), Caterpillar (-14,28 %), JPMorgan (-13,69 %), Boeing (-13,40 %) y Exxon Mobil (-12,22 %).
El S&P 500 se dejó finalmente un 7,60 %, por encima de la cifra que activó, minutos después del inicio de la jornada, un mecanismo de paralización de las negociaciones; y el Nasdaq retrocedió un 7,29 %.
En la Bolsa de Nueva York existe un sistema de cierre automático que se aplica tanto a valores individuales como a índices de mercado. En el índice S&P 500 sucede si cae un 7 % por debajo de su cierre anterior, y esto se conoce como una disminución de Nivel 1. Una disminución del Nivel 2 se refiere a una caída del 13%, mientras que una disminución del Nivel 3 se refiere a una caída del 20%.
Los cierres automáticos de nivel 1 o 2 detienen el comercio en todos los intercambios durante 15 minutos, excepto si ocurre 35 minutos antes del cierre definitivo de la sesión a las cuatro de la tarde. Los cierres de nivel 3 detienen el comercio por el resto del día de negociación.
Asimismo, el petróleo de Texas se hundió este lunes casi un 25 % en su peor día desde la Guerra del Golfo debido al inicio de una disputa de precios entre Arabia Saudí y Rusia, lo que arrastró al sector de la energía (-20 %); y el rendimiento del bono del
Tesoro a 10 años llegó a tocar un mínimo récord del 0,318 % de madrugada, que se reflejó en una pérdida del 11 % en el sector financiero.
Después del fracaso de las negociaciones entre Arabia Saudí y Rusia en la última reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a finales de la semana pasada, Riad anunció la reducción drástica de los precios del petróleo y se prepara para aumentar la producción en el marco de una agresiva campaña para arrebatar cuota de mercado a Moscú.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han registrado casi 110.000 casos confirmados de coronavirus en todo el mundo (más de 600 en EEUU, según medios nacionales), lo que está suponiendo un duro golpe a sectores como el del turismo y rebajas institucionales en las previsiones de crecimiento económico.
Mientras las farmacéuticas trabajan en una vacuna, que puede tardar meses, se han recuperado más de 62.000 personas y muerto casi 3.900.
La semana pasada, marcada por grandes oscilaciones en Wall Street, la Reserva Federal (Fed) dictó una rebaja de emergencia en los tipos de interés para combatir los efectos del Covid-19 en la economía, y este lunes la Fed de Nueva York anunció que incrementará la cantidad de dinero que ofrece a los bancos para sus necesidades a corto plazo.
En este “lunes negro”, los inversores han recurrido a las ventas masivas de acciones y buscado valores seguros, por lo que esta madrugada el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años llegó a tocar un mínimo récord del 0,318 %, aunque luego remontó ligeramente.
Por sectores, el más perjudicado ha sido el energético (-20,08 %), seguido por el financiero (-10,91 %), el de los materiales básicos (-9,26 %), el industrial (-9,2 %) y el tecnológico (-7,56 %).
En medio de este aciago día para los mercados financieros de los que acostumbra a presumir Donald Trump, el presidente ha achacado a las “fake news” del Partido Demócrata, que a su juicio “está haciendo todo lo que está dentro de su poder (¡que solía ser mayor!) para exagerar la situación del coronavirus, mucho más allá de lo que los hechos justificarían. Cirujano general: ‘El riesgo es bajo para el estadounidense medio'”.