MINNEAPOLIS, MN
Con millones de niños ya sin clase y la orden de cierre de bares y restaurantes en buena parte del país, alcaldes y gobernadores están imitando medidas adoptadas en países como España e Italia y que acabaron con un confinamiento nacional como medida para evitar la propagación del coronavirus.
Seis condados en el área de la Bahía de San Francisco (California), con 6,6 millones de habitantes, impondrán desde este lunes el confinamiento en sus casas de los residentes de la zona y el cierre de todos los negocios no “esenciales”.
“A partir de la medianoche, San Francisco requerirá que las personas se queden en casa, excepto por necesidades esenciales. Las funciones gubernamentales necesarias y las tiendas esenciales permanecerán abiertas”, informó la alcaldesa de la ciudad, London Breed, a través de Twitter.
En 29 estados ya han cerrado las escuelas a partir de este lunes, en su mayoría por dos semanas, aunque Massachusetts, Michigan, New Hampshire y Nuevo México lo hacen por tres, y en Luisiana e Iowa no habrá actividad pública y privada por cuatro semanas.
En el estado de Washington, donde se reportó el primer caso de coronavirus en enero, y se ha registrado la mayoría de muertes, con 42 víctimas fatales, el gobernador Jay Inslee decretó el cierre escolar por cinco semanas, desde hoy y hasta el 24 de abril por lo menos.
Estas medidas se suman a la suspensión de todo tipo de reuniones públicas, desde espectáculos deportivos, conciertos o misas, y a la decisión de empresas, organizaciones y gobiernos de reducir la cantidad de gente congregada en oficinas, que ahora trabaja preferentemente a distancia.
Algunas ciudades han sido más drásticas, y en el caso de Hoboken (Nueva Jersey), a partir de este lunes rige un toque de queda obligatorio entre las 10 de la noche y la 5 de la madrugada, a menos que las personas tengan que trabajar entre esas horas.
La ciudad de Austin (Texas) ha prohibido las reuniones de más 250 personas hasta el 1 de mayo por lo menos, mientras que el Gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró que las reuniones de 500 o más personas no están autorizadas, con excepción de hospitales, asilos de ancianos o servicio de transporte.
Los Gobiernos de España e Italia ordenaron en los últimos días el confinamiento de sus poblaciones para intentar evitar la propagación del virus, que se ha cobrado ya la vida de al menos 340 y 2.158 personas, respectivamente.
Estas personas no pueden salir de casa si no es para ir a la farmacia, comprar alimentos, ir a trabajar o situaciones de emergencia o cuidar a una persona vulnerable, entre otras excepciones.
Algunos expertos consideran que el país se dirige hacia un confinamiento “de facto”, que no ha sido ordenado por el Gobierno federal y por ahora responde a las autoridades locales.
En opinión del doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Estados Unidos necesita una “disminución dramática” de la interacción personal para disminuir el ritmo de contagio.
“Tenemos que tomarnos las cosas en serio y hacer lo que sea necesario”, dijo Fauci, quien es partidario de un confinamiento de las personas, más allá de la “distancia social” aconsejada hasta el momento por las autoridades sanitarias.
El presidente Donald Trump ha sido criticado por su presunta falta de iniciativa en el dictado urgente de los lineamientos para combatir la pandemia, o la declaración del estado de emergencia nacional, que recién se hizo el viernes pasado.
La iniciativa del combate del COVID-19 ha quedado hasta ahora en manos de gobernadores, alcaldes y otras autoridades locales que han implementado medidas drásticas.
Para el cirujano general de los Estados Unidos, Jerome Adams, quien es el principal portavoz sobre asuntos de salud pública en el Gobierno federal, la actuación del Gobierno ha sido correcta, respetando la autonomía de los estados.
“No somos una nación autoritaria, tenemos que ser muy cuidadosos con lo que decimos y hacemos”, declaró este lunes en una entrevista por televisión.
“Los estados y gobiernos locales son responsables de la salud pública, y trabajamos con ellos cuando nos piden directivas o una mayor cobertura”, señaló.
El estado de emergencia nacional, explicó, permitirá desbloquear hasta 50.000 millones de dólares en fondos federales para ayudar a los estados y localidades a combatir la enfermedad.
La última directiva de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades es cancelar o postergar todo tipo de reunión de hasta 50 personas, por las próximas ocho semanas.
Según Adams, la medida es una respuesta a que EE.UU llegó al “punto crítico de inflexión” en su lucha contra el coronavirus, que ha enfermado a más de 3,800 personas y han muerto al menos 69 personas.
Sin embargo, debido a la capacidad limitada para realizar exámenes de comprobación, los expertos creen que el caso de infectados podría ser mucho mayor.
“En término de números, nos encontramos donde estaba Italia hace dos semanas”, y el país tendría que optar entre continuar en esa dirección o tomar medidas más agresivas para disminuir el contagio y la tasa de mortalidad, dijo el funcionario, quien sin embargo no se pronunció sobre la conveniencia del confinamiento.