MINNEAPOLIS, MN
El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, presentó este martes un enorme paquete de estímulo fiscal de cerca de un billón de dólares, en el que se incluye el envío de “cheques” con efectivo a los ciudadanos “de manera inmediata”, para contener el impacto económico del coronavirus.
“Estamos estudiando enviar cheques a los estadounidenses de manera inmediata (…). Los estadounidenses necesitan efectivo ahora”, aseguró Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EE.UU., en rueda de prensa en la Casa Blanca, al delinear algunas de las propuestas del multimillonario plan de estímulo fiscal que presentará este día al Congreso.
“Y (con ello) quiero decir en las próximas dos semanas”, afirmó Mnuchin, aunque evitó dar una cifra concreta acerca del monto.
La propuesta ya había sido lanzada este lunes por el senador y exaspirante republicano a la Casa Blanca en 2012, Mittt Romney, quien sí que puso un número: un cheque de 1.000 dólares a cada adulto para contrarrestar los efectos de la epidemia.
Los medios estadounidenses han adelantado que el paquete fiscal podría superar el billón de dólares entre aplazamientos del pago de impuestos, asistencia a sectores especialmente afectados como las aerolíneas u hoteles, y la mencionada entrega de efectivo a los ciudadanos.
Este plan superaría al lanzado para hacer frente a la aguda crisis financiera de 2008 por la Administración del entonces presidente, Barack Obama, de 700.000 millones de dólares.
Asimismo, Mnuchin insistió en el compromiso de mantener abiertos los mercados financieros, aunque reconoció que “en algún momento quizá se tengan que reducir los horarios” de funcionamiento.
Previamente, el Tesoro y la Reserva Federal dieron a conocer nuevas medidas excepcionales para aumentar la liquidez de los mercados financieros, por valor de más de 500.000 millones de dólares, ante las tensiones generadas por la rápida expansión del coronavirus.
“Vamos a ser ambiciosos y atrevidos”, remarcó el propio presidente Trump en la misma conferencia de prensa.
La propuesta, no obstante, debe ser discutida y aprobada por el Congreso de EE.UU., donde la oposición demócrata controla la Cámara de Representantes y los republicanos el Senado.
El Legislativo estadounidense ya aprobó un primer paquete de respuesta de 8.300 millones de dólares, destinado a fortalecer el sistema de salud.
El pasado viernes la Cámara acordó, además, otra propuesta que otorga la baja de enfermedad pagada para los trabajadores (algo que en EE.UU. no está garantizado a nivel federal) y el aumento del gasto social para personas de bajos recursos, por un total estimado de 100.000 millones de dólares. Esta propuesta, sin embargo, aún no ha sido entregada al Senado para su consideración.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, señaló hoy que la Cámara Alta se mantendrá operativa hasta que “se aprueben nuevas medidas significativas y valientes”, más allá de las aprobadas por la Cámara “para ayudar a nuestra fuerte nación y nuestra fuerte economía capear esta tormenta”.
“Es momento de una acción contundente y bipartidista”, dijo McConnell en el pleno del Senado.
El presidente Trump reconoció este lunes que es “posible” que la economía de EE.UU. se encamine a una recesión ante la magnitud de las medidas adoptadas para frenar la expansión de la epidemia, entre las que figuran la restricción de los viajes internacionales, las cancelaciones de eventos masivos y el cierre de bares y restaurantes.
De momento, al menos 5.702 casos de COVID-19 han sido confirmados en Estados Unidos, de los cuales casi la mitad están concentrados en los estados de Washington, California y Nueva York, y hay al menos 94 muertos a causa del virus, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
A nivel global, Europa es actualmente el foco de la pandemia de coronavirus, la enfermedad de la que se registran cerca de 29.000 casos en Italia, más de 9.000 en España, unos 5.400 en Francia y 4.900 en Alemania, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).