MINNEAPOLIS, MN
Con la intención de invertir cerca de $75 millones de dólares en el ambicioso proyecto, el museo icónico de la ciudad de Minneapolis, el Walker Art Center, busca solidificar su presencia dentro del vecindario, para consolidarse como un símbolo cultural artístico y, desde muy pronto, un espacio verde, respetuoso y en armonía con la naturaleza.
La idea es sembrar nuevos árboles en las áreas que rodean el edificio, además de incrementar el área verde, y de ampliar el contacto con la naturaleza desde dentro del mismo edificio, al construir nuevos ventanales espectaculares, que darán mayor cantidad de luz natural, y un ambiente balanceado de arte y naturaleza.
“Este plan considera envolver todo el edificio en un manto de verde,” dijo la directora del museo Walker, Olga Viso. La directora, nacida en Florida, de padres Cubanos, detalló el proyecto de construcción de un campo cultural que se extenderá a lo largo de 19 acres, en el que se incluye el universalmente famoso Jardín Escultórico, que se erige como una ancla y portón de entrada, antesala, a las diversas salas de arte y teatros que definen al centro de Minneapolis, y que se busca, en un futuro cercano, desarrollar como corredor a desembocar en el Río Mississippi.
El anuncio ocurre como parte de la celebración del 75 aniversario del museo, y como colofón de un proyecto añejo que busca interconectar el mismo museo Walker, con el Jardín Escultórico de Minneapolis, en una forma más obvia. Para muchos de nosotros, esta conexión es ya inherente, e indestructible. Y sin embargo, el proyecto busca darle un sentido más comunitario, y sostenible para contribuir a la protección del medio ambiente. Un área que dará la bienvenida a sus visitantes, tanto como a una nueva generación de observadores de arte, que hoy surge fuerte y evidente, demandando nuevas concepciones artísticas y culturales que fusionen la tradicional abstracción artística, con la realidad que les caracteriza.
Algunos aspectos notables del proyecto incluyen un nuevo pabellón de entrada al Walker, diseñado por Joan Soranno y John Cook, del HGA de Minneapolis, grupo de arquitectos y diseñadores responsable del edificio de General Mills, el museo de Expansión de la Universidad de Alaska, el Museo de Ciencias de Boston, el edificio de la Fundación Bush/ Minnesota, el nuevo Centro de Visitantes y Educación del parque Como, por citar solo algunos.
Petra Blaisse y Jana Crepon, de Inside Outside, serán responsables del nuevo espacio verde del Walker en la zona de la colina adyacente al edificio, en tanto que Tom Oslund, de oslund.and.assoc, de Minneapolis, tomará la responsabilidad de rediseñar el área verde del Jardín escultórico. El proyecto supone también la implementación de la tecnología techo-verde en el pabellón de entrada, así como la adición de cientos de árboles nuevos a lo largo de todo el terreno del museo.
Se espera que los trabajos comiencen a partir del mes de septiembre del presente año, y que la obra quedará completa en el otoño del 2016, con la gran reapertura del jardín escultórico durante la primavera del 2017. Por lo pronto, el museo está a la caza de una locación alternativa para la celebración del próximo evento Rock the Garden, en el año 2016, en tanto los trabajos toman lugar.
Un detalle importante de este proyecto, es la búsqueda por resolver los problemas de acceso y circulación que se manifiestan regularmente en el edificio tal y como se encuentra hoy. Para muchos, se trata de un laberinto nada artístico, a fin de navegar entre dos torres, a veces tan desconectadas, si no se conoce el edificio. En hora buena por el Walker!