MINNEAPOLIS, MN
¿Abrirá Minnesota las tiendas de licores los domingos?
Una de las reminiscencias más obvias del periodo de la prohibición alcohólica, impuesta en los Estados Unidos en los finales de la década de 1920, es la limitación que en algunos estados existe para la venta de bebidas alcohólicas en domingo. Eso, y como es también el caso del estado de Minnesota, el prohibir la venta de bebidas espirituales en los supermercados y otros centros. Sin embargo, las condiciones que hoy prevalecen en Minnesota tienen una historia muy larga. Baste notar que aun cuando estados vecinos, como Wisconsin, en donde la ley permite la venta de licores en domingo y en supermercados, ello no ha influenciado en cambios de normas en la tierra de los 10 mil lagos.
A fines del siglo XIX, se implementó una primera regulación por cuanto a la compra y consumo de alcohol en Minneapolis, bajo lo que fue llamado Patrulla de Límite en el Alcohol, que establecía una zonificación para el consumo de bebidas embriagantes; es decir, se controlaba a las tiendas donde pudiese vender, y bares donde pudiese consumirse el alcohol. La intención era controlar a los nuevos inmigrantes alemanes e irlandeses que contaban con la fama de beber en exceso y cometer tropelías.
Con la prohibición, la Patrulla se mantuvo aún más fuerte, imponiendo la ley en toda su magnitud a lo largo de la ciudad de Minneapolis, pero ahora extendiéndose a Saint Paul y otras ciudades en el estado. En este período, el estado se convirtió en el objetivo de algunos representantes de la mafia estadounidense, entre quienes destacaba Al Capone, quien llegó al estado bajo la protección de un mafioso local, Isadore “Kid Cann” Blumenfeld. El inmigrante rumano, aprovechó grandemente las medidas de control que existían en el estado, y aún más bajo la prohibición.
La llegada del crimen organizado a Minnesota marcó el período post depresión, con mayores medidas de control, de lo que se aprovecharon quienes eran miembros de la Patrulla de Límite de Alcohol, hasta que en 1974 se votó por su eliminación en el congreso. A cambio de que la Patrulla desapareciera, se implementaron medidas de control sumamente restrictivas, además de imponer serias dificultades en la adquisición de licencias para la venta y distribución de bebidas espirituosas. Incluso, algunos negocios hoy continúan bajo la restricción de venta exclusivamente de cerveza y vino, y no bebidas más fuertes.
Apenas el año pasado, se dio un cambio importante en la legislatura, al eliminarse la restricción 70-30 de consumo de alimentos y bebidas en restaurantes. Hoy, ante la apertura de un nuevo período legislativo, se presenta la oportunidad para quienes buscan un cambio sustancial en la ley de introducir una propuesta a ser discutida en el senado y la casa de representantes. Entre otros argumentos, se encuentra la experiencia vivida en Colorado, donde se aprobó la venta de bebidas alcohólicas los domingos, incrementando los niveles de ganancias entre los negociantes, de forma impresionante. Ello pareciera haber impactado positivamente a la economía local.
Por otro lado, los consumidores han mostrado apoyo incondicional a la apertura de tiendas de licores los domingos, según se muestra en una reciente encuesta, levantada por Public Policy Polling, en la que el 61% de los simpatizantes y militantes demócratas en Minnesota apoyan la destitución de la prohibición, en tanto que sólo 22% se opone. La proporción entre los republicanos es de 46% a favor, y 38 en contra. Entre quienes se manifiestan como independientes, la relación es de 68/23, a favor y en contra. La mayoría de los entrevistados aseguraron que si se levanta la medida vigente, ellos consumirían sin duda alcohol, y seguramente consumirían sus alimentos mayormente en restaurantes, en contra de las costumbres hoy vigentes.
Por parte de los negocios que venden bebidas embriagantes, la mayoría apoya la idea de tener la libertad sobre qué desean vender los domingos, en tanto cuando existe la convicción de que la venta de alcohol en domingos servirá como un gran impulso a la economía local. ¿Veremos pronto a consumidores cargando sus vinos y cervezas los domingos al volver de misa? La legislatura tendrá la última palabra.
